BLACK LOTUS (HyunChan/ChanJin AU) [1° y 2° Temporada]

32

Soltó un jadeo.

A esa hora de la mañana cuando todos podían oír, él evitaba que oyeran sus gemidos, pero la manera en que las embestidas tocaban su punto más sensible se le hacía imposible.

Se encontraba al borde de alcanzar su orgasmo número tres en lo que iba de esa mañana así que mordió su labio cuando el miembro del contrario tocó ese punto que lo hizo explotar.

Se aferró a las sabanas sintiendo las contracciones de espasmos y como la calidez del semen lo llenaba.

Mantenía sus ojos cerrados mientras trataba de controlar su respiración, no le habían dado descanso desde que se había despertado y ahí en esa habitación podía oír la respiración agitada del mayor que volvía con el vaivén, los movimientos de adentro hacia afuera eran lentos y podía oír el sonido obsceno que hacían la unión de sus fluidos dentro de su cuerpo.

— Dame una tregua. – dijo sin aliento y volviendo a sentir la excitación crecer en su cuerpo.

— ¿Tregua? He esperado mucho por esto.

— Yo igual, pero...

Lo calló dándole un beso.

El mayor volvió a aumentar el ritmo de sus caderas mientras que con su boca se devoraba la del menor.

Toc, toc, toc, toc...

Los múltiples golpes en la puerta hicieron que el menor saltara del susto mientras que el otro solo soltó una grosería al ver como lo dejaban. El chico corrió en busca de su ropa cuando nuevamente oyó otros toques a su puerta, al estar vestido abrió con cuidado para que quien fuese no viese a su acompañante.

— ¿Felix?

— ¡Dios! ¿Sabes cuantas veces te he llamado Jisung?

— Disculpa... lo que sucedes es que...

Felix puso una mano sobre su boca para callarlo, no necesitaba una explicación, las pintas que tenia de estar todo sudado, despeinado y todo rojo como tomate le daba indicios de lo que estaba haciendo.

— ¿Quién es él o la afortunada? – se burló el pecoso.

— Escucha... hablemos en la sala.

Jisung lo tomó del brazo llevándolo a la sala y cerrando la puerta detrás de él, no veía a su compañero de apartamento que debió haberse ido antes de que comenzara la sesión de sexo mañanero.

— ¿Qué haces aquí? ¿No debes estar en la panadería? – preguntó tomando asiento en uno de los silloncitos de su sala.

— Mi jefa cambia mis horarios como le da la gana o como este mi horario en la universidad.

— Oh, sí, si lo olvidaba. — rio nervioso.

— ¿Se puede saber por qué estas nervioso?

— ¿Qué? ¿Yo nervioso? No para nada.

El pelinegro vio a su amigo volver a reír de la misma manera y a jugar con su desordenado cabello. No tuvo que esperar más para saber el porqué de su nerviosismo al ver como en la sala aparecía Minho casi con las mismas pintas de Jisung.

El castaño vio la decepción de su amigo e iba a explicarse, pero este no lo dejó.

— Nunca espero nada de ti y aun así me decepcionas.

— Lixie...

— No digas nada. Por mucho que hable tú haces lo que te dé la gana.

— Lo siento, rompí tu confianza. – hizo un puchero de la tristeza.