BLACK LOTUS (HyunChan/ChanJin AU) [1° y 2° Temporada]

2.41

Melissa cenaba en un carísimo restaurante junto a unas amigas. De la felicidad no cabía en el pellejo, todo iba a la perfección como lo tenía planeado desde un inicio con Ryan.

Ambos llegaron a un acuerdo de hundir al Clan... Ryan iría por el lado de los negocios, todos los socios ligados a Bang Enterprise y el ex amigo de su hijo había cumplido algo de lo pactado porque no todos los socios sucumbieron.

Por su parte, ella sentía que el karma estaba de su parte. Su hijo se había salvado de su internación en el psiquiátrico, pero ahora yacía en coma en un hospital. El Clan estaba en un punto muy débil y era el mejor momento para tomar el liderazgo.

— Mel, me enteré de lo de tu hijo.

La rubia mujer levantó la mirada de su plato y observó a su amiga, las otras dos presentes guardaron silencio. Melissa sonrió con burla, no había duda que esas tres estaban ahí con ella solo por saber de su vida.

— Está pagando todo lo que su padre hizo en vida y él mismo. — rio tomando un trago de su vino.

— ¿No lo has ido a ver?

— ¿Y por qué debería? Ese maldito no merece mi presencia, es igual de hijo de puta que su padre.

Las tres mujeres intercambiaron miradas, sabían que Melissa odiaba a su hijo, pero no entendían como no podía sentir un poco de empatía por lo que estaba pasando.

Sirvieron más vino a las cuatro mujeres y pidieron algo de postre.

Mientras disfrutaban el postre Jones comenzó a sentirse algo extraña, como si todo a su alrededor se moviera. Miró su copa de vino, no veía nada extraño en la bebida y mucho menos sintió un olor desconocido.

No le dio importancia, quizás había bebido de más y por eso esa sensación de mareo que iba a peor con el paso de los minutos porque veía a sus amigas hablar entre ellas o dirigirse a su persona, pero no comprendía nada, ella solo asentía y trataba de sonreír.

Salir del restaurante fue otra odisea para la mujer, el mareo no se iba y al ponerse de pie sentía sus piernas entumecidas, pesadas que sentía que caería.

Al principio se negó recibir la ayuda de sus amigas, pero al final no le quedó de otra que ellas la llevaran a su auto, sintió un leve alivio al estar detrás del volante.

— ¿No quieres que llamemos un médico? — dijo otra de sus amigas.

— Estoy bien, solo... bebí de más.

— No puedes manejar así. — le advirtió otra. — Te accidentaras.

— Ya he manejado en peor estado antes y ahora váyanse.

Las tres mujeres obedecieron porque sabían que si insistían esta explotaría contra ellas, no sería la primera vez ni la última así que se despidieron rápidamente dejando a solas a Melissa. Esta sintió algo de alivio, por un momento tuvo las fuerzas para cerrar la puerta y arrancar el coche sin embargo no pudo conducir, sus brazos se volvieron de gelatina y un sueño muy pesado se apoderó de ella dejándola completamente noqueada en el asiento.

⚫⚫⚫

Sentía el frío viento consumir su cuerpo.

Lentamente abrió sus ojos y parpadeo un par de veces para aclarar la vista y lo primero que notó fue la arena, el mar a lo lejos que era iluminado por la luna. ¿Qué hacía ahí? ¿Cómo llegó a ese lugar? Se removió para levantarse y huir, pero cayó en cuenta que tanto sus manos como piernas estaban atadas.

— La noche está hermosa ¿No crees mami?

El solo oír la voz detrás suyo hizo que una corriente bajara por su columna vertebral. Se removió nuevamente para huir de esa playa porque no pasaría un minuto más con él. Lo oyó reírse de sus absurdos movimientos para desatarse y se detuvo cuando lo vio de pie frente a ella llenándola de terror.