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Era de noche.

Más de las diez de la noche que fue cuando salió de baño y se colocó su pijama, se había quedado en su oficina adelantando unos papeles para el día siguiente.

En la misión se iban a dormir desde las nueve, era una regla que su abuelo había puesto y aun a día de hoy se seguía cumpliendo, aunque por motivo de trabajos él la solía romper a menudo.

Escuchó ruido en la habitación contigua, era la de Hyunjin, así que salió de la suya y se encontró con la puerta entreabierta y la luz encendida. Le daba lastima el pobre chico, desde lo sucedido el día anterior a la salida de la universidad, él tenía una paranoia.

Se asomó y se encontró con la imagen del rubio viendo TV mientras comía un paquete enorme de Doritos acompañado de una botella de Coca-Cola, veía La Ley y el Orden: UVE.

Con el tiempo pasado, Bang había descubierto que el menor era fan de las series con temas policiales, amaba cocinar, leer y despertar muy tarde, también había aprendido que odiaba los vegetales y a Park, si, el jefe de sus empleados.

Tocó con los nudillos la puerta llamando su atención, el chico le hizo señas para que pasara y así lo hizo.

— Hola. – decía el chico mientras seguía comiendo del snack. — ¿Qué hace despierto tan tarde?

— Adelantaba trabajo.

— Uhm... que bien. — lo miró por pocos segundos.

Hyunjin volvió su vista a la pantalla.

— Hyunjin.

— ¿Hum?

— Ya es hora de dormir.

Lo vio asentir e ignorar sus palabras.

— ¡Hyunjin!

— ¿Qué? – preguntó con la boca llena de Doritos, a Bang le pareció tierno porque parecía una ardilla.

— ¡A dormir!

— No tengo ganas.

— ¿No tienes ganas o no puedes dormir?

El chico ladeo la cabeza por unos segundos mientras pensaba en su respuesta.

— No puedo. – dijo casi en un hilo de voz. – Me da... miedo.

— Te dije que nada te va a pasar.

— Lo sé, pero es que no, no puedo señor Bang.

Oyó como su voz se quebraba un poco al final, eso le dolía a él también, entendía a la perfección por lo que estaba pasando, pero era parte de adaptarse a su nueva vida. Él también llegó a tener esos traumas, la diferencia es que las vivió desde muy niño.

— Te di mi palabra de que nada malo te iba a pasar así que ve a dormir.

El rubio lo miró dudoso por un momento, pero después accedió, entre los dos bajaron hasta la cocina a guardar el snack y la bebida y volvieron a la segunda planta.

Chan no se separó del chico hasta verlo acostado en su cama listo para dormir y cuando iba a salir de la habitación cerrando la puerta lo volvió a escuchar llamándolo.

— ¿Señor Bang?

Se giró y el chico volvía a estar sentado sobre la cama abrazado a las sabanas.

— Dime.

— ¿Puede dormir conmigo?

¿Había escuchado bien? Esperaba que fuese una broma por parte del rubio, pero en ningún momento él rio, sino que lo miraba expectante a su respuesta.

BLACK LOTUS (HyunChan/ChanJin AU) [1° y 2° Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora