EXTRA 3 [El diario de Hyunjin]

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Todos conocen mi vida, pero pocos saben sobre la época en la que conviví con Ryan.

Lo primero que recuerdo fue conocer a Mingi, vestía un pijama en conjunto y me sorprendió lo alto que era y eso me intimidó un montó. Mingi se notaba tranquilo y muy educado extendió su mano en saludo y yo la tomé muy nervioso.

No me daba buena espina del todo sin embargo algo me decía que de ahora en adelante con él tendría que convivir por el resto de mi vida.

Estaba desorientado, perdido y no sabía qué hacer con mi vida así que los primeros meses me aferre a Ryan y sus promesas de felicidad como si mi vida dependiese de ello.

Al inicio me asusté con la idea de salir del país y vivir en otro, pero lo tomé —o traté de hacerlo— como una señal de que mi vida mejoraría si dejaba el pasado atrás y no volvería más a esta ciudad.

Antes de viajar le pedí a Ryan que me llevase a la tumba de mi supuesta difunta madre. La rabia y desprecio que sentía por esa mujer era indescriptible. Debí verme patético llorando y gritándole a una tumba, pero es que el odio me carcomía por dentro y no lo mantendría conmigo ni un día más.

Ryan había dejado de trabajar en el Crystal Lotus así que nada lo ataba a esta ciudad. Escoger Canadá fue una decisión de él mismo, pero me agradó ya que era un país muy alejado de donde estábamos y así no vería nunca más a la familia Bang o al Clan.

Llegar fue difícil para mí, era una cultura e idioma diferente. Ryan me guiaba a los lugares, me enseñaba palabras y frases simples para poder comunicarme. Mingi por su parte me hablaba, pero me sentía extraño con él a su lado, me decía mentalmente que debía ser comprensivo y confiar.

Mi relación con Ryan pasó de ser una simple relación de conocidos a amigos. Conversábamos, salíamos y compartíamos el tiempo como si nos conociéramos de toda la vida.

La vida de ricos seguía siendo extraña para mi aun en ese momento. Tenía empleados, choferes, cocineros... Ryan insistía en que debía relajarme y dejar que ellos hicieran su trabajo... ¡pero yo no quería sentirme un inútil!

Al igual que a mi llegada a la Mansión Bang, Ryan y yo peleamos por ese detalle, pero al final como era tanto mi insistencia no le quedó más alternativa que aceptar mi petición de hacer ciertas cosas por mí mismo y una de esa era salir a comprar para la comida —que yo prepararía— y decoración para la casa.

Ese detalle, aunque suene tonto fue lo que conllevó a que Ryan pusiera Mingi como mi chofer y casi guardaespaldas.

Las primeras veces cuando salíamos, yo me sentaba en la parte trasera del auto e intercambiábamos pocas palabras. La desconfianza que él me inspiraba era tan grande que solo le respondía monosílabos o asentía o negaba. Mingi por el contrario trataba de sacarme platica, era educado y se fijaba en todo para que yo estuviera bien, si comía, si llevaba las bolsas del supermercado o las compras...

Mi relación con Ryan iba de viento en popa hasta que un día me invitó a una cena muy especial y romántica, en un restaurante muy lujoso de la ciudad donde me pidió que fuera su novio.

Como siempre sucede, las parejas siempre tienen discusiones, unas tontas y otras no tanto. Ryan comenzó a ser muy sobreprotector y celoso conmigo, no podía verme saludar o conversar con alguien porque se enojaba. Las primeras veces no le daba importancia, pero la gota que derramó el vaso fue cuando en una salida a una fiesta me hizo una escena de celos donde casi se agarra a golpes con un hombre que simplemente me preguntaba dónde estaban los baños.

Cabreado me fui de la fiesta. Recuerdo que Mingi iba detrás de mi diciendo que me calmara más sin embargo no lo hice, llegué a la casa e hice varias maletas y me escapé por más de una semana hasta que Ryan me encontró y quedó de rodillas frente a mi llorando pidiéndome perdón.

BLACK LOTUS (HyunChan/ChanJin AU) [1° y 2° Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora