—Solo quiero hablar— Tay toma el brazo de Porsche y este hace una pequeña mueca y se sienta de nuevo frente a Tay.
—Yo no voy a quitarle a su padre a ese bebé— Porsche habla con una tremenda tristeza en su corazón.
—el punto es que tú no le estás quitando el padre a nadie tranquilo— Tay se siente mal de ver a Porsche en ese estado se nota que el pobre a estado llorando y destrozado.
—Pero Time dijo— Porsche está confundido quiere hablar decir lo que siente pero es interrumpido.
—Time es un imbécil que se acostó con uno de tus amigos no creo que ese pobre perro tenga credibilidad de algo— Tay se cruza de brazos.
Porsche lo mira atentamente.
—Porsche, Kinn no es el papá de este bebé— Tay se lleva las manos al vientre.
—ha no? Y de quién es?— Porsche ahora está curioso su corazón se siente feliz de escuchar a Tay decir esas cosas.
—Es de Vegas— Tay sonríe, su rostro se ilumina cuando dice el nombre de Vegas.
—Que?!!!, Tu y Vegas?!!— Porsche está sorprendido.
—Si bueno fue algo también repentino para mí pero no me arrepiento, Vegas es tan diferente— Tay sonríe feliz.
—Si Vegas es un buen tipo— Porsche sonríe.
—Ahora que aclaramos el mal entendido por favor no seas duro con Kinn el te ama mucho— Tay toma las manos de Porsche.
—Oh Dios lo e tratado de la mierda tengo que buscarlo"!— Porsche se levanta rápidamente de la mesa.
—Bueno para este entonces Pete y Khun ya deberían a verlo llevado al hotel— Tay sonríe.
—Espera que están tramando ustedes?!!— Porsche se pone rojo.
Tay sonríe.
—Una sorpresa para mi mejor amigo— Tay mira a Porsche.
Porsche mira a Tay en definitiva algo extraño planean.
Al llegar al hotel Porsche subió hasta la suite y abrió la puerta con cautela.
Kinn miraba por el gran ventanal, le habían dicho que iba a tener una reunión importante con un contratista y que no podía negarse, así que ahí estaba bebiendo Whisky y mirando la puesta de sol.
—Kinn— la voz de Porsche lo hizo girarse de inmediato.
—Porsche— Kinn lo mira ambos se ven iluminados por la presencia del otro.
—Yo quiero decirte que lo siento, fui un imbécil— Porsche se acerca a Kinn.
—Po no tienes que— Kinn intenta calmar a Porsche pero este se aferra a su pecho y comienza a llorar.
Kinn le acaricia la espalda mientras sonríe levemente, Porsche no puede parar de llorar y temblar.
—Po— Kinn levanta su barbilla y lo besa dulcemente.
Porsche suspira enamorado le hacían falta tanto esos labios que lo único que quiere es disfrutar y fundirse en ellos.
Kinn lo abraza con fuerza de la cintura y ambos caminan hasta la cama sin separarse hasta que se recuestan con cuidado.
—Porsche, te amo— Kinn le acaricia el rostro.
Porsche suelta un par de lágrimas y besa a Kinn para después separarse.
—Yo también te amo Kinn— Porsche está feliz de poder reconciliarse con Kinn pero siente que con solo palabras no bastará así que apartir de ese momento se dedicará a demostrarle cuánto lamenta a ver sido tan idiota.