6

177 16 0
                                    

👑

No había dormido casi nada en toda la noche. Nunca hubiera imaginado que hacía tanto frío en el océano, y más porque la época de invierno empezaba a notarse.

Vi el pequeño reloj. Eran a penas las 5:30am, y yo ya estaba despierta, sentada en la cama y mirando a la nada. Usualmente despierto a las 7, pero ya no estaba en el palacio. Mi humor empeoró al escuchar toques en la puerta. Dinah se despertó de inmediato.

La chica de las faldas entró sin obtener autorización. Estaba segura que lo hizo adrede, porque al entrar nos dio una sonrisa triunfante. Llevaba ropa y zapatos en manos, que dejó sobre mi cama.

-El Capitán Jauregui ha mandado esta ropa para que se cambien esos harapos que traen puestos.

¿Harapos? ¿Pero quién se creía que era?

-¿Escogiste la ropa? -preguntó Dinah, a lo que otra asintió. -Más vale que hayas aprendido a combinarla.

-Lo que Dinah quiere decir -empecé antes que la chica respondiera. -es que muchas gracias...

-Camila -respondió.

Sonreí. -Muchas gracias, Camila.

La chica rodó los ojos antes de salir del camarote. No quería ser grosera con nadie, a pesar de ellos si lo fueran con nosotras. No necesitaba piratas enemigos mientras convivía con ellos. Iba a ser un trabajo difícil, simplemente no me agradaban, no después de todas las historias que mi madre me contaba sobre ellos, no después de que ellos fueran la razón de mi padre fuera un hombre abusivo tanto con su esposa como con sus hijas. Ellos robaban, le habían robado a mi pueblo. MI pueblo, y eso era algo que no les iba a perdonar.

Suspiré negando con la cabeza. Tomé el primer conjunto; consistía en un vestido largo, blanco en la parte de arriba (de mangas hasta los codos, con vuelos), y corinto en la falda, junto con un corsé rojo. Las botas de ambas eran café, me quedaban un poco grandes, pero podía caminar bien. Dinah tomó el segundo conjunto, un vestido blanco con café y corsé café.

Esto me daba asco. Estaba vestida como una de ellos.

Dinah y yo salimos a la cubierta. Esto era increíble, era bastante temprano pero todos estaban arriba haciendo sus labores.

-¡Hey, tú! -la chica llamada Normani se acercó a nosotras, con dos baldes de agua. -Trapeen la cubierta.

Hmm, no.

-¿Perdón? -pregunté indignada.

-Estas perdonada, ahora tomen esto, los palos están el el armario de allá -señaló una puerta junto a las gradas para subir al segundo nivel, donde estaba el timón.

-Ni siquiera sabemos hacerlo -intervino Dinah.

La chica sonrió. -Es su día de suerte, entonces.

Ambas nos miramos. Esto era más que ridículo, una princesa haciendo las tareas de los piratas. Era como un universo paralelo.

Mi amiga se encargó de traer lo palos. No sabía lo que estaba haciendo, así que tomé uno de los baldes y lo regué en el piso, y con el palo con tela abajo empecé a dar toques, Dinah me imitaba. Bueno, no era tan difi...

-Lo están haciendo mal.

Loco caminó hasta nosotras. Ahora parecía más limpio, con sus pantalones azules, camisa blanca con varios cinturones y una tela vendada en su frente de color rojo.

-Permíteme enseñarte cómo se hace -tomó el palo con ambas manos. Luego lo vertió en la poca agua que quedaba de mi balde, y empezó a esparcirlo por el suelo. -¿Lo ves? No tiras el agua, solo remojas el trapeador.

Pirates (Lauren Jauregui y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora