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Al menos esto era mejor que ese maldito barco.

Dinah y yo habíamos sido instaladas en una tienda de acampar, pero era... mucho más grande, había espacio suficiente para estar totalmente erguida y caminar por el lugar. Por un momento me pregunté cómo es que tenían tantas comodidades, y luego recordé que eran unos ladrones.

No me creía eso eso que Loco había dicho sobre proveedores, era absurdo, ¿quién les vendería a estas personas? Si se puede llamarles así. Además, estaba segura que lo tenían ni unas monedas para pagar... a menos que también hayan sido robadas.

-¿________? -Dinah habló a mi lado. Estábamos sentadas en la capa de la tienda. -Es mejor que salgamos a comer algo.

-Te he dicho que no me agrada comer con ellos.

-¿Quieres que nos sigan tratando como basura?

Volteé a verla, tenía las cejas alzadas y sus labios formaban una fina línea. Su cabello rubio estaba enmarañado en una coleta, y sucio, lo sabía porque el mío estaba igual. Puso una de sus manos en los hombros, suspirando.

-Solo hay que hacer un poco de esfuerzo mientras encontramos una manera de escapar, ¿si?

Estaba cansada, mi cabello era un desastre, esta ropa pirata ya estaba sucia. Quería un baño de burbujas como lo que me preparaba Ally, con un agua aromática para beber. Quería frutas. Quería ver a mi madre, y a Seraphina. Quería ver a mi pueblo.

Asentí lentamente, tenía razón. Luego de la cena buscaría una forma de salir de aquí. Había escuchado algunas cosas de parte de los tripulantes; decían que este bosque era demasiado grande, el centro del bosque les pertenecía a los piratas, pero habían más personas, personas de otras comunidades, algunos cazadores. Ellos podrían ayudarnos.

-Ya, levántate antes que patee tu trasero.

Sonreí levantándome de la cama. Salimos al exterior, el aire era fresco, la luna estaba en su máximo esplendor.

-¿Ves? -Dinah tomó mi mano derecha. -No es tan malo como pare...

Escuchamos como la carpa de al lado se abría, dejando ver a Lauren saliendo de ella, ajustando su corsé. Nos vio, sin ninguna expresión. O más bien, me vio a mi. Su mirada era tan penetrante, tan... humillante, de alguna manera. Pero no agacharía la cabeza ante una pirata, menos a una como ella.

-¿Qué? ¿Soy o te parezco? -preguntó sarcástica.

-Eres -contesté.

Sentí como Dinah apretaba más mi mano.

Lauren sonrió a medias.

-¿Ah si? ¿Soy qué? -preguntó acercándose a penas dos pasos a mi.

-Un grano en el culo.

Ella bufó. -¿No se supone que la realeza no debería hablar de esa manera? ¿O es que ya te sientes una pirata?

Fruncí los labios, ahora fui yo quien se acercó dos pasos a ella, estando separadas por a penas unos cuantos pasos más.

-Primero muerta a ser una de ustedes.

-Espero que tengas suerte con eso.

Pirates (Lauren Jauregui y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora