16 - Enredo

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[Él]

Después de salir de su oficina, no sabía qué hacer, no sabía si se encontrarían otra vez y mucho menos lloverá hoy. La mentira había llegado muy lejos, aunque era por el bien de alguien, nunca pensó que terminaría así.

'¿Debería contarle la verdad? Aunque será lo mismo, me pedirá que la ayude de igual manera' —Suspiró mentalmente— 'Por ahora regresaré a casa, pensaré en el camino'

La noche había caído y las calles habían encendido las luces hace mucho, las personas caminaban por todos lados pero  una de estas llamó su atención.

Jhon se fijó en ella porque sus movimientos eran muy torpes, y de vez en cuando miraba a los lados.

'¿Se habrá perdido?'

Las personas iban y venían despreocupadas de lo que pasaba alrededor suyo. Pero para Jhon era algo muy resaltante, quizás por que tenía buen ojo en encontrar algo no acorde en una composición.

Luego de caminar unas cuadras más entraron en una zona menos concurrida, la chica iba mucho más adelante que él pero de vez en cuando volteaba a ver detrás suyo.

Era una chica joven y vestía un uniforme escolar, era diferente al de su "sobrina" lo cual demostraba que no eran de la misma escuela, colgaba un bolso muy resaltante, tenía pegado clips muy coloridos, por la distancia Jhon no pudo diferenciar que era y no era lo único. La chica tenía adornos en el pelo.

'¿Eso está permitido por el colegio? En mi época de estu-'

— ¡Kyaaa!

Repentinamente sus pensamientos fueron interrumpidos con el grito de la chica. Jhon que había estado perdido en sus pensamientos no se había dado cuenta que un hombre interceptó a la pequeña chica y le arrebató su bolso. Y ahora corría en su dirección.

Sin saber qué hacer instintivamente se movió a un lado para evitar el choque con el hombre y justo cuando estaba por cruzar a su lado se dio cuenta de lo sucedido y rápidamente estiró su pierna haciendo que el ladrón caiga y golpee la vereda con su cara.

Todo pasó tan rápido que para cuando entendió qué había hecho el hombre se estaba levantando, Jhon era un hombre promedio, apenas si hacía ejercicio y no era musculoso para nada, es decir si se enfrentaba en una pelea estaba seguro que perdería rápidamente. Solo tenía una opción, recogió el bolso de la chica que dejó caer y gritó.

— ¡...POLICÍA HAY UN LADRÓN!

Aunque sabía que no había policías cerca eso iba a detener momentáneamente al ladrón, aprovechando que se estaba levantando corrió hasta la chica y la cogió del brazo. Esta abrió los ojos y sin poder decir nada fue arrastrada por Jhon quien luego gritó nuevamente.

— POLICÍA, allí está el ladrón. —Señaló al ladrón.

Este al ver que estaba siendo señalado dio la vuelta y corrió en dirección a una moto que lo esperaba y partió rápidamente.

Libre al fin, Jhon detuvo su carrera unas cuantas cuadras después. Cuando volteó a ver atrás suyo vio una pequeña figura que jadeaba por el cansancio.

— ¡He! Disculpa, fui muy brusco... ¿Estás bien?

La pequeña chica que estaba jadeando por la carrera respondió cansada.

— Sí... Gracias... Me salvaste... Allí... Espera... déjame respirar... —Esta se desplomó en la vereda para recuperar el aire.

— ¿No estás lastimada? —Preocupado le ofreció un pañuelo y levantando su rostro secó el sudor de su frente.

Al hacer esto pudo ver el rostro de la joven estudiante. Parecía tener entre quince o diesiseis años, su pálida piel brillaba con las pequeñas gotas de sudor que caían de su frente, su largo y trenzado pelo crema colgaba de un lado de sus hombros y sus redondos ojos café se encontraron con los suyos, estos brillaban tanto a pesar que era de noche casi podía verse reflejado en esos ojos cristalinos. Acto seguido su pálida piel tomó una coloración rosa.

— ¡Y-yo estoy bien n-no se preocupe! —Recibió el pañuelo y secó su frente ella misma mientras respondía aportando la mirada.

— ¿Eso es así? Me alegro entonces —Un poco confundido solo respondió y dio una sonrisa un poco torpe.

Jhon no estaba orgulloso de sus expresiones es más, cuando la chica lo vio sonreír apartó la mirada nuevamente, esto le demostró a Jhon que era pésimo sonriendo.

Mientras suspiraba en su mente le ofreció su mano para ayudarla a levantarse.

— ¡Muchas gracias nuevamente! —Inclinó un poco su cabeza en forma de disculpa y corrió torpemente en otra dirección mientras sacudía su mano como despedida, dejando solo a Jhon.

'¿Por qué todas terminan corriendo? ¿Me veo aterrador? ' —Triste por las repetidas veces que vio a una chica correr de él miró a su alrededor y siguió su camino.

La pequeña estudiante era completamente diferente a su "sobrina", su forma de ser, personalidad y sentido de la moda. No pudo evitar recordar la imagen de su "sobrina" en su mente y compararlas.

Esta vez caminó voluntariamente hasta el callejón, y al final de este encontró a la que estaba imaginando, cuando estuvo al frente suyo y descubrió algo importante, algo que la distinguía mucho más dejando de lado sus apariencias físicas y estos eran sus ojos.

Unos ojos negros, tan negros que parecían absorber la luz que chocaba con ellos, sus miradas estaban fijas pero no sintió incomodidad hasta un buen rato después, no sabía si fueron uno o dos minutos porque sentía que los ojos absorberían al tiempo mismo. Si no fuera porque la pequeña desconocida apartó la mirada él estaba seguro que su tiempo de vida también hubiera sido absorbido.

Con su cordura de vuelta rápidamente comprendió lo que había pasado, se sintió muy avergonzado dentro suyo y para disimularlo dijo una pregunta que recientemente la formulaba, aunque no era apropiado en este momento.

— ...Disculpa ¿Olvidaste tu paraguas? Puedo compartir el mio si no te molesta.

Dos desconocidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora