11 - Susesos imprevistos

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[Él]

Los dos estaban otra vez sentados en la sala comedor, había traído nuevamente a su casa a la pequeña chica a su casa después de encontrarla en el callejón.

Todo el camino estuvo en silencio, no hizo ni un ruido, a veces pensó que la había dejado atrás pero al voltear todavía lo seguía.

Y ahora seguía en silencio, sollozando con la cabeza baja.

'¿Qué debería hacer?... Esto es malo, no sé cómo consolar a alguien... Cierto los consejos de mi supervisora... Debo darle halagos... ¡Eso no sirve ahora! También debo de ver sus cuadernos... ¡Eso peor!' —Se quejó mentalmente— 'Tranquilo... Analiza la situación'

Levantando la mirada empezó a inspeccionar a su acompañante, llevaba puesto su uniforme escolar y una chompa, este no dejaba ver lo delgada que era, tenía todo el pelo revuelto y en algunas partes las hebras de su pelo giraban de manera extraña, como si estuvieran firmemente pegadas.

'Ella... ¿Tuvo una pelea?' —Al darse cuenta de eso sintió que su corazón se hundió— 'No... Con ese cuerpo apenas puede defenderse...'

Luego recordando la charla con su supervisora sabía que debía conseguir más información, pero le era imposible en el punto que estaba.

— Voy a la cocina, ya vuelvo...

No recibió respuesta.

Parándose de su asiento la empezó a ver por detrás.

Su largo cabello estaba cortado en distintos tamaños, los mechones de pelo que se veían irregulares estaban firmemente sujetos por chicles (goma de mascar) de distintos colores.

Después de ver eso su sangre empezó a correr más rápido, se había enojado, rara vez Jhon se había enojado al punto de querer golpear a alguien, es más, él estaba orgulloso porque nunca había golpeado a alguien estando enojado.

Pero esta vez sintió lo oscuro que pueden llegar los sentimientos.

'Tranquilo... Primero debo solucionar esto' —Respiró profundo mientras pensaba qué hacer— 'Debería empezar con el chicle en el pelo... Pero se ve muy envuelto, si lo corto perderá una gran parte de pelo'

Lamentando su falta de acción decidió pedir ayuda a google, pero antes de abrir el navegador cambió de opinión y mandó un mensaje a su supervisora, por alguna razón daba la impresión que ella sabría qué hacer en este tipo de situación, así no perdería tiempo buscando e intentando diversos métodos.

[Hola, disculpe asistente soy Jhon ¿Podría darme su número personal para hablar sobre temas no relacionados a la empresa?]

Para su sorpresa respondió a los pocos minutos, pero no era lo que él esperaba.

[Este es mi número personal (emoji de gato guiñando un ojo) ¿Quieres hablar sobre tus 'Gustos extraños'?]

'¡¿Es su número personal?! Pensé que hablaba desde un número de empresa...'

[No lo sabía, disculpe, el motivo del mensaje no es de lo que usted cree]

[No hables tan formalmente, ya te dije que es mi número personal (emoji de gato enojado) Entonces...¿Es sobre tu sobrina?]

'No puedo dejar de pensar en ti como mi fría supervisora' —Se estremeció.

[Jeje ok. Tiene razón es sobre mi sobrina, cuando la recogí vi que tenía un chicle en el pelo, parece que lo intentó quitar ... Pero empeoró más... ¿Sabe qué puede ayudar?]

[Así está mejor (emoji de gato levantando un dedo) sobre el chicle... (emoji de gato pensando) Lo más efectivo es aceite de oliva, pero funciona también con aceite normal]

[Muchas gracias supervisora ^-^']

[No hay problema, y no me llames así, no soy tu supervisora en este momento (emoji de gato enojado)]

[Jeje disculpe, es la costumbre no creo que se me quite pronto]

[Jump! más te vale que se te quite rápido, (emoji de gato cruzando las patitas)]

Cerrando el chat buscó los ingredientes que le sugirió su supervisora sin embargo no encontró nada. A pesar de tener una cocina, Jhon no cocinaba nada más que el agua para su sopa instantánea.

'Nooooo...¡ Cierto! No compré la sopa' Suspiró.

Corrió a coger dinero y las llaves para ir a comprar. Haciendo caso omiso a que una desconocida estaba en su casa. A pesar de haber guardado los cuchillos y su dinero ahorrado otra vez, él no le importó dejarla sola en su casa.

— Voy al mercado, ya vuelvo.

Otra vez no recibió respuesta.

Cogiendo el paraguas salió de su casa rumbo a la bodega.

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Con la sopa instantánea y una botella de aceite, la más barata que encontró, se acercó al cajero y volvió a encontrar a la misma chica de la vez pasada, al parecer solo trabaja de lunes a viernes, ya que sábado y domingo la reemplazó otro empleado.

— Buenas noches, hoy llegaste un poco más tarde de lo usual —Dijo la cajera mientras le devolvía una sonrisa.

— ¿Qué?... Ha, eso... Me olvidé de comprar así que corrí desde mi casa jeje —Respondió un poco apenado.

— ¿Corriste con esta lluvia? Te debe gustar mucho esa sopa instantánea que siempre compras.

—A no, vine por otra cosa...

— ...¿Quieres decir que siempre vienes por que hay algo que te gusta y no es la sopa instantánea? ... Que yo sepa soy la única empleada aquí.... —Dijo mientras fingía ser tímida.

— ¿Qué? No, espera ¡Estás distorsionando lo que dije! —Sacudió las manos en negación.

La cajera rió mientras tapaba su risa con una mano.

— Ok es broma, broma, toma aquí está su vuelto.

— ...Gracias... Nos vemos.

Saliendo de la bodega lloró dentro suyo.

'¿Por qué a las mujeres les gusta jugar así con los chicos?' —Suspiró.

Llegó a su casa aun quejándose de lo mal que lo tratan las mujeres, pero cuando vio a su acompañante se tranquilizó.

'Bueno... Ella es diferente'

— He vuelto.

Como se lo esperó no recibió respuesta.

Puso a hervir agua y sacó lo que compró con la bolsa ya vacía la envolvió, quizás la podía utilizar después. Pero se detuvo cuando sintió que algo se arrugaba dentro de la bolsa.

'¿Será la boleta? Pero ya la saqué...'

Abriendo la bolsa sacó un papel doblado un poco arrugado, lo alisó un poco y lo abrió. En el papel estaba escrito varios números y por la cantidad era obvio adivinar qué era. Era un número de contacto. La cajera le dio su número.

Dos desconocidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora