Mirando los billetes en la mano de la desconocida sudó frío, pero no quería asumir nada, tenía que preguntar la razón de esta situación.
— … ¿Cómo?... ¿Cómo conseguiste ese dinero? —Tragó saliva.
— M-mi papá, es quien me dio este dinero… no lo he gastado por eso tengo tanto.
Jhon pudo respirar tranquilo.
— Ya veo, pues tú papá es muy generoso para darte tanto, solo me cobraré corte, no te preocupes por el taxi. —Si fuera por él se cobraría del taxi también pero no quería ser tan egoísta frente a un menor.
Agarró un billete y sacó su billetera para pagar el vuelto.
— Él es muy bueno, solo que no tiene tiempo para mí...
'Bueno esto ya está solucionado y me alegro pero ahora qué hago con ella, ya es muy tarde'
Jhon de repente se percató de datos que no encajaban.
'¿Espera, no recibía maltrato familiar? ¿Además no dijo que su mamá llevaría amigos? Espera todavía puede ser posible si no vive con ambos padres, según ella su papá es bueno, solo que no vive con ella… aunque es malo asumir cosas creo que ya me estoy metiendo demasiado'.
— ¿Entonces qué harás?
— … No tengo a dónde ir…
— No creo que acepten a una menor de edad vestida de colegiala en un hotel…
— ¿No tienes familiares?
— Solo conozco a mi mamá y mis padres.
'... ¿Acaba de decir padres en plural?'
— Okei…
De nuevo el silencio los invadió, la chica parecía querer hablar pero no tenía el coraje, hasta que metió las manos en su maletín pero no sacó nada.
— ¿P-podría dormir aquí?
— Eso es muy peligroso, sabes.
— ¡P-pagaré cómo en los hoteles!
Con el tema de dinero Jhon dejó de pensar en temas como moralidad.
— Te escucho…
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Jhon, un hombre solitario que vivía en una casa mediana con habitaciones sin uso, fácilmente podría alquilar un cuarto como dormitorio, quedando un cuarto libre para su futuro cuarto de trabajo. Sin embargo, ahora mismo no había camas adicionales ni muebles lo suficientemente largos como para dormir ahí, mucho menos colchas adicionales para invitados. Él solo vivía con lo justo y necesario, sin excedentes ni reservas ni vicios.
Pero ahora estaba en una lucha moral entre ofrecer su cama o dormir en el suelo.
' Esta es mi cama… ¿Por qué debería dormir en el suelo? ¿Ya no hice bastante por ella?'
— C-con permiso.
Habían quedado en un acuerdo, ninguno de los dos haría nada extraño al otro con tal de ocupar la cama ambos, y ahora la chica estaba deslizándose junto a él y cubriendo su cuerpo con la misma colcha.
'Eres un adulto responsable, eres un adulto responsable, eres un adulto responsable, eres un adulto responsable' —Se repetía a sí mismo.
— B-buen-as noches. —Además de su tartamudeo regular se mordió la lengua.
— Sí, hasta mañana. —Jhon giró dándole la espalda.
'Tranquilo, nadie hará nada, además no podría poner mis manos sobre una menor.'
Por un momento un recuerdo lejano apareció en su memoria provocandole un dolor de estómago y ganas de vomitar.
— G-gracias… por ayudarme.
Pero fue suprimido por un sincero gracias y una ligera respiración en su nuca. Estaba seguro que ella se estaba pegando a él.
— Detente, no lo digo por el gracias, si no por lo que estabas por hacer. —Organizó sus pensamientos y siguió— Si realmente estás agradecida entonces solo duerme.
Estaba decidido a regañarla, pero considerando la situación y su frágil personalidad, desistió con esa idea.
'Realmente… las chicas son de lo peor'
Después de sentir movimiento en su cama Jhon se concentró en pensar en los problemas futuros.
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[Miércoles]
Su rutina por la mañana era despertar a las ocho de la mañana para comprar pan y un jugo en cualquier puesto cercano, sin embargo esa mañana se sintió diferente. Su cama estaba extrañamente agradable y caliente, lo justo y necesario como para juzgar si era necesario ir a trabajar ese día. Pero como adulto responsable, que debe cumplir su función en la sociedad, decidió abandonar sus deseos.
Con un bostezo sonoro exigió a su cerebro despertarse y ser consciente de los demás estímulos.
Las sábanas se sentían extrañamente pesadas y parecían enrollarse en él, por lo que luchó un poco para despegarlas. Ya fuera de su cama se percató que su amiguito lo estaba saludando muy enérgicamente.
— Hoy será —Bostezó— un buen día.
Originalmente era una superstición de su abuelo que se lo inculcó y aunque nunca lo tuvo en cuenta siempre que veía a su amiguito por la mañana, terminaba diciendo lo mismo que su abuelo.
Dejando eso de lado escogió su ropa semiformal para ir a la oficina, aunque pensaba que ya tenía antigüedad suficiente para empezar a ir más ligero, pero después de recordar a su supervisora alejó ese pensamiento. Se desvistió y lanzó su ropa a la cama, la cual pareció quejarse.
— Que raro me pareció escuchar un quejido —Se burló de ese pensamiento, pero se quedó mirando la cama intentando recordar algo.
Pero para cuando vio la figura de la chica asomarse de entre las sábanas ya era muy tarde, su cuerpo semidesnudo estaba expuesto a la delgada chica que lentamente cambia de coloración.
De alguna manera ahora ambos estaban a mano.
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Dos desconocidos
RomanceEl amor a primera vista no siempre es posible, aveces debes de esperar a que las dos partes se den cuenta de lo que sienten, a veces meses o días. Pero siempre hay que saber esperar ese momento.