❛❛Descendants Of Mafia❜❜ - Taekook

-꒷꒦One꒷꒦-

16/09/2022

Primer día de clases

El primer día de clases, Jeon Jungkook, corría con prisas por los pasillos llenos de gente. Corría con miedo de cruzarse con uno de los descendientes.

Le costaba pasar entre la multitud, ya que todos lo ignoraban y lo veian como a alguien inferior por el simple hecho de no tener amigos, tener malas notas, llevar gafas y ser gay.

Lo más gracioso, es de que él no era el único que era gay, ¿entonces por qué se burlaban sólo de él y unos pocos más? Qué injusta es la gente.

Y todo, solo por popularidad y querer tener más amigos.

Tienen la necesidad de difamar para sentirse superiores, pero a ojos de Jungkook, les hace el efecto contrario. A sus ojos, son más inferiores, porque el hecho de querer insultar u ofender para sentirte mejor y ridiculizar al otro, es simplemente algo nefasto.

—¿Habéis oído lo que va a pasar hoy? —preguntó una estudiante

—Sí. Escuché que hoy llega la siguiente generación del clan Kim, ¿no es alucinante? Seguro hay chicas guapas... —sonrió aquel estudiante.

La otra, le golpeó levemente el pecho.

—Imbécil. —dijo mientras susurraba. —De hecho, hay que tener el mínimo de interacción posible con todos ellos, puede ser un peligro. —afirmó.

—Está en lo cierto. —dijo otra chica a parte.

Veréis...

Hace unos minutos, había escuchado que llegaban los próximos descendientes, la próxima generación del clan Kim. Este, con miedo, quería esconderse y evitar cruzarse con ellos. También, habían escuchado que tienen que ver con la mafia.

A él no le gustaría meterse en problemas con alguno de ellos...

Corrió hasta llegar a un baño fuera de servicio y entró en uno de ellos.

—Aquí estaré bien...—susurró para sí mismo.

Comenzó a escuchar sonidos procedentes del baño de al lado. En silencio abrió la puerta y caminó hasta el otro, para encontrarse a un adolescente besándose con una adolescente mientras se manoseaban.

Lo sorprendente, no fue ver eso, sino ¡ver quién besaba a la chica! ¡Oh por Dios, era uno de los Kim!

Jungkook, hizo un sonido de desespero, expresando su miedo y eso hizo que los dos separaran el beso y lo observaran.

—Y-yo- —se aclaró la garganta. —Tengo que irme.—comenzó a correr con velocidad.

El descendiente, se separó de la chica.

—Te veo luego nena.—dijo el descendiente para después comenzar a correr tras él, pero no sin antes plantarle un beso en los labios.

Jungkook, corría eufórico por los pasillos.

Comenzó a escuchar pasos rápidos detrás de él y mientras corría giró la cabeza hacia atrás para ver quién era, y definitivamente era el descendiente. Empezó a preocuparse hasta el punto de querer llorar. Le brillaron los ojos al ver que iba a llegar al otro lado del pasillo, donde se encontraban los estudiantes, pero se le apagaron las ilusiones cuando una mano se posó sobre su hombro.

—¡Ah! —gritó Jungkook. —R-realmente lo siento, no diré nada, ni haré nada, sólo déjeme ir, porfavor... —rogó.

—Yo no dejo ir a mis víctimas. —sonrió detrás de él. —Qué pena por ti, Jeon Jungkook. —susurró a su oído.

Jungkook, había comenzado a llorar mientras subía y bajaba los hombros. Inclinó sus gafas para limpiarse las lágrimas salientes de sus ojos mientras trataba de calmarse.

Este, lo miró confundido, con los brazos cruzados y sin saber por qué lloraba. Frunció el ceño y tomó aire suavemente.

—¿C-cómo sabe mi nombre...? —preguntó aún llorando nervioso.

—Se te cayó la tarjeta del uniforme, Jungkook. ¿Por qué cojones lloras? —preguntó.

—E-es que..., me das miedo... No quiero que me hagas nada... —sollozó. Miró a Kim.

Este, observó como tenía la nariz roja de tanto llorar, y ojos hinchados de las lágrimas que le han salido.

—Vete. —dijo Kim. —Solo vete, y no vuelvas a cruzarte conmigo, ¿vale? Es una advertencia. —comenzó a caminar en dirección a aquel baño de servicio.

¿Lo acababa de dejar ir así como así, sin hacerle o decirle nada? Eso sí que no se ve todos los días...

—M-mu... ¡Muchas gracias! —agradeció Jungkook aún llorando.

Se había asustado tanto que había llorado. Se había sorprendido tanto ante su respuesta que también había llorado, liberando así todas sus preocupaciones. Se sentía alegre porque lo había dejado ir sin consecuencias.

Kim, miró hacia atrás, con las manos metidas en los bolsillos de pantalón. Sacó una mano del bolsillo, y asintió levantando un brazo, abriendo la palma de la mano y haciendo una mueca con los labios para después girarse y seguir hasta su destinatario.

Sonrió aún con lágrimas deslizando por sus mejillas.

Tal vez, no eran tan malos como decían. La gente, solo narra la parte mala, cruel y despiadada de ellos, pero seguro que algo positivo tendrían. Él, estaba muy seguro de ello.

Comenzó a caminar hasta el otro lado del pasillo, lugar a donde se dirigía anteriormente corriendo con el objetivo de escapar, pero de reojo, vió como algo pequeño, rectangular y dorado resplandecía en el suelo.

Se acercó y se agachó para cojerlo.

—Kim Tae-hyung.

Esas letras, yacían grabadas en la placa.

Seguramente, se le había caído del uniforme cuando lo perseguía. Miró en dirección al pasillo por donde se había ido Kim y ya no estaba, ya era tarde para devolvérselo.

Algo le decía que debía dárselo porque o sino, Kim pensaría que Jungkook lo odiaba, pero si se lo devolvía Kim, vería que él es una buena persona sin malas intenciones en la cabeza.

Pero algo le decía que no debía dárselo ya que le había dado una advertencia. Él, no quería morir.

—Menudo primer día de clases... —dijo Jungkook mientras suspiraba. —Ahora estoy en problemas. —comenzó a llorar abiertamente. Su llanto, era demasiada ruidoso.

Guardó la placa diminuta en su mochila, y comenzó a caminar por donde iba antes de ver la placa, mientras seguía llorando y sorbía por la nariz.

Nada fue como realmente imaginaba que sería en un principio.

Realmente uno no puede esperar mucho del primer día de clases. Sinceramente, siempre hay algo que lo arruina o que simplemente te reduce la emoción. Seamos realistas; todos tenemos expectativas muy altas sobre el primer día, debemos bajarlas, como comenzará a hacer Jungkook a partir de hoy. No esperará mucho de ellos.