❛❛Descendants Of Mafia❜❜ - Taekook

-꒷꒦Three꒷꒦-

Jungkook caminaba por los pasillos del colegio, con miedo de encontrarse a Kim. Cree que después de lo que sucedió ayer, no será muy buena idea que se vean.

Pero... Olvidó que van a la misma clase...

Comenzó a replantearse muy bien de si debería saltarse las clases y así no ver a Kim. Lo peor de todo es que se sientan uno al lado del otro.

Después de pensarlo por varios minutos, decidió que sería la mejor opción. Cambió su dirección y comenzó a caminar en dirección hacia los pasillos donde nunca había nadie.

Antes de nada, pasó por uno de los baños, para asearse.

Abrió la puerta del baño y lo primero que se encontró, fue a Kim mirándolo fijamente mientras se apoyaba en el lavamanos.

Comenzó a correr en dirección a la puerta para irse de ahí, antes de que las cosas se pongan más feas, pero Kim se lo impidió, tomando de su brazo de la forma más violenta posible.

—D-duele... —dijo mientras trataba de soltar su mano del agarre.

—¿Sabes qué más dolió? Mi erección ayer. —afirmó. —¿Acaso eres imbécil? ¿Qué te hace pensar que puedes hacer eso? ¿Qué te da el derecho?

—E-es que yo no quería... No puedes obligarme a nada, n-no tienes derecho...

Kim rio sarcásticamente.

—¿Y tú sí tienes? —lo miró desafiante. —Creo que olvidas que soy un descendiente del clan Kim, imbécil. Puedo acabar contigo. —dijo.

—¿Lo siento, vale? Pero porfavor, déjame ir, c-como la primera vez... No volverá a pasar, lo prometo, solo-

Kim, comenzó a besar y morder el cuello de Jungkook. Este, trataba de alejarlo, pero era algo imposible. Tenía demasiada fuerza y además sostenía sus manos.

Trataba de retener un jadeo, pero fue algo inevitable y lo dejó salir.

—¿Ves? Eres tú el que se excita. Eres tú quien me provoca. —sonrió. Kim, se acomodó el pelo, y se fue.

¿Lo había dejado pasar de nuevo? Definitivamente hoy, era su día de suerte.
 
 
(...)

Finalmente, había asistido a las clases, ya que Kim no le había hecho nada, eso lo hacía estar más tranquilo. Pero... Después recordó ¡la placa! ¡Joder, la maldita placa!

Comenzó a maldecirse en silencio mientras fruncia el ceño y impactaba la pierna contra el suelo.

—¡Ahí está! —gritó una voz grave.

Jungkook, se dio la vuelta, para ver de nuevo a aquellos chicos que tanto lo molestaban en su día a día. Llevaba una temporada sin verlos, eso le hizo bien, pero nada es para siempre.

Desesperado, dejó caer los libros que llevaba y comenzó a correr lejos cambiando de sentido. Sintió lágrimas bajar por sus ojos y las limpió rápidamente con su mano.

Kim, caminaba en el sentido contrario del que caminaba el más joven y lo vio pasar corriendo sin mirarlo, y seguidamente, pasaron unos chicos de unos cursos mayores que parecían ir tras él.

Qué extraño...

Jungkook, había llegado al otro lado del colegio, pensando que encontraría a algún profesor para que lo ayude, pero para su desgracia, estaba vacío.

Vio como lo habían alcanzado.

—¿Por qué corres? —preguntó el mismo de antes mientras caminaba hacia él.

Jungkook retrocedía con miedo, colocaba sus manos en su pecho y negaba con la cabeza, asustado.

Sintió unas manos posarse en sus hombros, impidiendo que se mueva más.

—Dejadme en paz... No sois buena g-gente.

—¿Qué dices? De hecho, venimos a pedirte ayuda. ¿Por qué nunca me dijiste que eras gay? Podrías haberme ayudado hace mucho.

Los otros dos que estaban detrás suyo, golpearon su barriga y lo hicieron ponerse de rodillas enfrente del mismo chico.

—Espero que sepas mamarla. —sonrió.

—¿Qué? N-no quiero hacer eso, porfavor, no me hagáis hacer eso... —suplicó.

—Tienes el privilegio de sentirla en tu garganta, no todos tienen el privilegio de hacerlo.

Sacó su miembro de su pantalón, y tomó con fuerza el pelo de Jungkook, haciéndolo quejarse.

—Abre la boca.

Jungkook, negó con la cabeza mientras lloraba con terror. No tenía a quien pedirle ayuda, así que no le quedaba más remedio que hacerlo.

Comenzó a acercar la cabeza, con lágrimas deslizando por sus mejillas, para obedecer.

Antes de poder hacer cualquier otro movimiento, sintió como el agarre de aquellos chicos cesó y después los vió caer rendidos al suelo.

—¡¿Qué mierda haces, Minghao?! —gritó una voz. ¿De que conocía Jungkook esa voz...? ¡¿Kim?!

—Oh, ¿tú? ¿Quién crees que eres para molestarme y golpear a dos de mis chicos? —preguntó Minghao.

—Estás haciendo algo que no debes, imbécil.

Minghao, rio.

—Escucha, tú no eres nadie para interponerte en mi camino. —dijo.

—¿Sabes con quién hablas? —preguntó Kim. —¡Hablas con un descendiente del clan Kim! —sonrió. —¡Soy capaz de borrarte a ti y a tus próximas generaciones del mapa con una sola orden! El clan Xu, sois basura. A pesar de no saber manejar bien vuestro propio clan, sois inferiores a mí en todos los sentidos.

Minghao, parecía haberse hecho de piedra al escuchar el nombre del clan del que provenía este.

Sin más que decir, él y sus dos chicos, se fueron corriendo del jardín, dejando solos a Kim, el cual aún seguía detrás de Jungkook, que yacía aún de rodillas llorando en silencio.

—Jungkook. Levántate. —ordenó.

Jungkook, se levantó y se dio la vuelta. Se limpió las lágrimas, sabiendo que aún caían más y sorbió por la nariz.

—Y-yo no hice nada... E-ellos querían obligarme, no me dejan en paz. —afirmó mientras inhalaba eufóricamente.

—Sé que no has hecho nada. —aclaró mientras levantaba las cejas. —Enserio, eres un llorica... Toma. —extendió sus manos. Había recogido los libros y cuadernos que Jungkook había tirado al suelo anteriormente. —¿Sabes el dinero que deben haber gastado tus padres para comprarlos?

—Gracias... —dijo aún con lágrimas deslizando por sus belfos.

Después de eso, Jungkook, comenzó a ver a Kim de una manera distinta. A todo esto... Nunca se había atrevido a llamarlo por su nombre. Temía de que lo molestara. Siquiera lo llamaba por su apellido. Simplemente le hablaba y ya.

Todos solo narran la parte mala de Kim, pero nadie narra su lado carismático y empático. Parecía imposible, pero también lo tenía, con según qué personas.