Darkside #2

Capítulo 3.

(El regreso de la familia Mikaelson a Londres)

(El regreso de Inadu)

Hope caminaba por los túneles, de regreso a su hogar, en busca de los primos Black, desde que habían vuelto a Inglaterra, sus tías Marlene y Narcissa habían llegado a la mansión Mikaelson para ayudar a los híbridos con los niños, las compras y el cuidado de Hope que hasta el momento se sentía bien.

Subió las escaleras para llegar al dormitorio que tenía que en la puerta: "Malfoy" y el que estaba junto al otro decía: "Black", sus padres le habían dado un cuarto a cada uno de sus amigos, poniendo ellos su apellido para que nadie se confundiera, cuando se casaban, solo un dormitorio era suyo. Abrió la puerta viendo como Regulus desaparecía la basura que había por todas partes, sin mencionar el tiradero, se acercó a la otra puerta, viendo como Draco estaba tirado en el piso, su dormitorio estaba peor, no había hecho nada y él se veía sin ganas de hacerlo.

—Draco—lo llamo y el la vio desde el piso para soltar un suspiro y volverse a recostar. —Tienes que acomodar tu dormitorio o dormirás esta noche en ese mismo lugar donde estas.

—Por lo menos ya lo calenté—veía el techo para verla que lo veía enojada. —Hope, cuando dije que quería ser un chico de bien y no igual que mi padre, no me refería que limpiaría mi dormitorio, para eso están los elfos.

—Pero para tu mala suerte, nosotros no tenemos elfos—le respondió mientras ella juntaba algunas hojas para meterlas en la bolsa grande.

—¿Por qué no tienen elfos? —le pregunto en su mismo lugar, Hope paso para recoger los libros quemados del piso. —Tienen demasiado dinero, mucho más que nosotros.

—Mamá siempre ha dicho que no necesitamos a alguien que haga nuestras cosas, si somos capaces de hacerlo nosotros—se arrodillo para ver la alfombra quemada, haciendo una mueca. —Además, nosotros queremos a los elfos y no nos gustaría que tengan una vida llena de esclavitud que pasara por generaciones.

Draco se quedó en silencio, los pensamientos y sentimientos lo inundaban, Hope caminaba de un lado a otro, arreglando o tirando cosas, el chico la vio para soltar una maldición entre dientes, levantándose para ayudarla, así pasaron las horas, hasta que Hope se levantó del suelo donde descansaba para dirigirse a la puerta.

—Me tengo que ir, pero los veré en la cena—anuncio, pero el rubio se levantó rápidamente, tomando su brazo.

—¿A dónde vas?

Vio como los primos esperaban una explicación y no la dejarían ir si no les respondía o sabrían que mentía, vio hacia los demás dormitorios para regresar su mirada a ellos y asentir. 

—En los calabozos, debajo de la mansión, hay un chico que supongo es como mi hermano adoptivo—les explico y Draco parecía no comprender, pero Regulus sí. —Quiero ir a saber más cosas, porque no se nada de este lugar, ni porque nos exiliaron hace años.