Darkside #2

Capítulo 5.

(Separaciones y tristezas)

Hope había discutido con Draco y Regulus por la mañana, desde que Inadu había tomado posesión del cuerpo de la menor, los problemas con todos habían empeorado, todos creían que el vacío había muerto pero lo único que sucedía era que perdían a Hope e Inadu se hacía más fuerte por los poderes de la niña.

Hope veía su cuaderno de dibujos, sin hacer nada, ni siquiera moverse, la puerta se abrió, dejando ver a su madre.

—Hola, cariño—vio el cuaderno de dibujo. —¿Dibujas?

—Si—le respondió tajante sin verla.

Hayley se acercó al cuaderno y vio la hoja en blanco. —¿Y que se supone que es? ¿Una tormenta de nieve? —no recibió respuesta y se sentó junto a la niña. —Entonces, ya que todo el problema quedo atrás, —comenzó a cepillar su cabello— creí que podríamos hablar de lo que pasara en el futuro. Pronto tus hermanos entraran al colegio, quedaran solo ustedes tres, pero también entraran y podrán tener más amigos, completaran su magia, ¿Qué opinas? —de nuevo no recibió respuesta. —¿Estas bien?

—Estoy bien—le dijo a secas.

—Si estas preocupada por el vacío, debes de estar tranquila, todo estará bien—le dijo su madre intentando tranquilizarla.

Beso sus dedos y los puso delante de ella para que repitiera su acción, pero la menor se quedó mirando los dedos, frunció el ceño. Hayley la vio confundida por no corresponderle, Hope bajo la mirada, viendo su cuaderno en blanco, para ver de nuevo a su madre.

—¿Puedo seguir dibujando? —le pregunto de mala gana.

—Claro —asintió su madre y se levantó para irse.

Hope carraspeo al ver a Hayley casi salir por completo, haciendo que la volteara a ver, dándole una sonrisa inocente.

—Se que mis hermanos te contaron sobre nuestros problemas, pero solo han sido malentendidos—le explico y su madre asintió confundida.

Hope tomo el crayón para fingir dibujar, Hayley se preocupaba por la vida de sus hijos al tener el apellido Mikaelson presente al igual que la actitud de su hija. La niña se había mantenido alejada de sus hermanos, incluso de su mellizo que no lograba sentirla del todo, solo sentía frialdad y maldad.

Las horas pasaban e Inadu sentía que todo estaba en su sitio, era hora de poder poner su plan en marcha. Tomo su pulsera y la lanzo al fuego, viendo cómo se quemaba y su poder se extendía, Rebekah que pasaba por ahí, la vio y decidió entrar.

—¿Qué haces? —le pregunto su tía al haber visto su acción.

—No puedo ser fuerte para mi familia si no puedo usar magia—se acercó a la rubia.

—No tienes que protegerlos, todos estamos aquí para protegerlos a ustedes, sobre todo a ti. Vamos por tu brazalete—la animo viendo a la chimenea.

—No—contesto cortante viendo a su tía.