Capítulo 27.

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(Once meses después)

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(Once meses después)

Hope estaba sentada en la barra del bar al que había entrado, había viajado en esos meses, matando y torturando, su humanidad seguía apagada y sus pasos eran seguidos por sus tíos, novios, hermanos y padres que se esforzaban por recuperar a su pequeña Hope. Vio al tipo frente a ella, le había negado por tercera vez la bebida por ser joven, ella asintió cansada y lo vio a los ojos.

—Quiero tequila—lo comenzó a hipnotizar—, si no me lo das, me serviré yo misma—vio como el hombre asentía y le servía el vaso con el líquido, el bar estaba solitario, claro, era mediodía y no había mucha gente en Australia.

Vio de lejos un hombre que le sonreía y se acercaba a ella bailando de una forma divertida, deslizándose en la barra hasta quedar a su lado, sonriendo coqueto mientras ello lo ignoraba.

—No eres de por aquí, ¿cierto?—se sentó junto a ella.

—Vengo aquí por asuntos personales—le dio una leve sonrisa. —¿Tú eres de aquí?

—Lo mismo que tú—le sonrió y ella asintió—, ¿quieres bailar?

Hope vio la pista sin nadie y asintió, tomo su mano y se pegaron para bailar al compás de la canción que sonaba. 

—¿Quieres algo de beber?—le pregunto y ella solo le sonrió para regresarlo a la pista.

—Puedo servirme sola—dejo ver sus colmillos y se acercó a su cuello.

—Creo que interrumpimos—escucho la voz femenina de alguien a sus espaldas.

Volteo para ver a Rebekah y su madre viéndola con una ceja arqueada, el chico se alejo de Hope para ver hacia donde ella veía.

—¿Quiénes son estas hermosas damas elegantes? —pregunto el chico viendo a las dos mujeres frente a ellos.

—Mi madre y tía—contesto sin expresiones. —Hasta que me encontraron, cinco puntos para ustedes—se burló y vio como el otro se alejaba a la barra por sus bebidas.

—Creímos que te alegrarías de vernos—se mostraron confundidas por el semblante neutro de Hope.

—Estaba feliz, hasta que aparecieron—vio al chico en la barra.

—Hija, no tienes que hacer esto—Hayley se intentó acercar, pero la chica la evito.

—No me den un sermón Mikaelson—se alejó de ambas y vieron al chico llegar.

—Tu trago, muñeca—ella le sonrió y las vio.

—Vamos, diviértanse—intercambiaron miradas entre ellas y asintieron. —¿Cómo quieren empezar?

—¿Una bebida?—pregunto Rebekah viendo al chico.

Hope asintió y tomo los dos tragos para dejarlos en la mesa, lo empujo hacia la hibrida que mostraba sus colmillos y bebía del chico.

Darkside #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora