MI RARITO | Eddie Munson y tú

Tenemos que irnos

No me lo podía creer. ¿Era real?. ¿La había inventado yo?. No apartaba la mirada de ella mientras me frotaba los ojos con desesperación para poder creerme lo que estaba viendo.

La chica giró a Vecna lentamente hacia ella.

- Tú... - Anunció Vecna.

Hubo silencio.

- Hola. - Usó sus poderes para lanzarlo contra unas cuantas mesas que había amontonado en un lado del lugar.

Once se acercó a mí corriendo y me ayudó a levantarme.

- ________, ¿estás bien?.

- ¿Qué?. - Pregunté confusa.

- ¿Estás bien?. - Comentó mientras me sujetaba la cara para mirarla.

- Sí. - Me quedé mirándola fijamente. - Eres, ¿eres real?, ¿o es mi cabeza?. - Pregunté mientras tocaba su cara, sus manos y sus hombros.

Sujetó mi mano. - Soy real.

- ¿Cómo?

- Me he conectado a tí para salvarte.

(POV EDDIE:

Empezó a sonar el walkie. Fui corriendo a agarrarlo.

- ¿Qué pasa tíos?. - Pregunté desesperado.

- ¡Hemos tenido que volver a este mundo!. ¡Las cosas se han salido de control!. ¡Los murciélagos van a ir hacia la casa de Victor, donde están Nancy, Steve y Robin!. ¡Tenéis que venir a ayudarnos, Max se ha hecho daño y no podemos volver!. - Comentó Dustin gritando.

- Joder, joder, joder, joder. No puedo dejar a ________ sola. - Me quedé pensando durante unos instantes. - La despertaré, tal vez Once ya haya llegado dónde estaba ella y ya estará peleando contra él. - Fui corriendo a agarrar los cascos. Los conecté y se los coloqué a ________ para que lo escuchase.

La música comenzó a sonar.)

Mientras estaba hablando con Once sobre el plan que iba a hacer, un portal se abrió en la esquina del comedor.

- ¡________!, ¡________!, ¡tienes que despertar!, ¡tenemos que ir a mi casa para distraer a los murciélagos!, han herido a Max y han vuelto a este mundo. - Escuché decir a Eddie con desesperación.

Miré a Once. La chica me asintió.

Fui corriendo al portal pero antes de pasar, ví a Vecna levantarse.

- Estaré bien. - Comentó la chica.

Asentí y pasé por el portal.

Abrí los ojos y me encontré a Eddie ajitando mis hombros y gritando mi nombre. Me coloqué los cascos en el cuello y apagué la música. Lo abracé.

- Tenemos que irnos muñeca. - Anunció mientras nos levantábamos.

Me separé de él y ví a Jason tumbado en el suelo.

- ¿Ja- Jason?. - Pregunté muy confundida. Tenía demasiadas preguntas.

- Sí él- es- cuan-. - Suspiró. - Luego te lo explicaré, tenemos que irnos ahora.

Agarró mi mano y salimos lo más rápido que pudimos de esa casa. Vimos el coche de Jason aparcado en el parque y fuimos corriendo a él. Nos subimos y Eddie comenzó a conducir a toda prisa para su casa.

- Espero no haberte despertado antes de que Once llegara. - Comentó mientras miraba a la carretera.

- No tranquilo, ella ya había llegado. La he dejado sola con Vecna.