MI RARITO | Eddie Munson y tú

Te tengo una sorpresa

Al día siguiente nos levantamos, habíamos dormido en el sofá. Desayunamos y nos aseamos.

- No te seques así el pelo. - Comentó ________.

- ¿Por qué?. - Pregunté.

- Sino no se te marcarán tanto los rizos, dame. - Agarró la toalla y empezó a secarme el pelo de abajo para arriba apretando en la raíz. - ¿Ves?. - Me devolvió la toalla y efectivamente se me notaban más los rizos.

- Gracias peluquera. - Sonreí y le guiñé un ojo.

Bajamos y pasamos el rato tocando la guitarra. ________ aprendía muy rápido y eso me sorprendía.
Comimos y seguimos tocando.
Sobre las siete de la tarde sonó el timbre.
________ y yo nos miramos, sonrió.
Fui a abrir la puerta antes que ella.

Abrí la puerta.

- Hola, emm, ¿está _______?. - Preguntó el chico.

- No, no está. - Cerré la puerta.

- ¡Oye!. - _______ fue corriendo a abrir la puerta. - Sí estoy aquí. - Rió incómoda.

El chico se rió. - Bueno, ¿nos vamos?. - Preguntó.

- Sí vamo-. - Le agarré de la cintura y le dí una vuelta hacia mí, la besé.

- Que te lo pases bien muñeca. - Sonreí y le guiñé un ojo.

________ puso la lengua en un lado de la mejilla sonriendo. - Bueno vamos. - Empezaron a caminar. - ¡Ah, y no me sigas!, por favor. - Me guiñó un ojo y se fue.

Me reí y cerré la puerta. Quería tenerle una sorpresa para cuando llegase. Preparé una cena, macarrones con queso, le encantaban y cuando probara los míos se iba a caer rendida a mis brazos. Coloqué luces por toda la mesa y paredes.
Saqué al perro y de paso cogí algunas flores bonitas que encontré.
Las metí en un pequeño jarrón con agua.

Llamé a Mike y a Dustin para tener un poco de ayuda con todo.
Llegaron a casa y me empezaron a ayudar.

- ¿Y esta cena a qué se debe?. - Preguntó Mike.

- Oh mi pequeño Mike. - Le froté la cabeza con la mano, él se quitó y agitó. - Solo me preparo para besarla bajo la luna y pedirle que sea mi novia.

- ¿Qué?, ¿cuándo será eso?. - Anunciaron emocionados.

- Pronto soldados pronto. - Sonreí y seguimos colocando las cosas.

(POV ________:

Salí a dar un paseo con Argyle. Había pasado mucho tiempo y teníamos muchas cosas de las que hablar. Fuimos al centro comercial y comimos unos helados.
A lo lejos ví a Billy, me intenté esconder pero no sirvió de nada.

Se acercó a nosotros.

- Hola preciosa. - Anunció Billy.

- Mmm, hola Billy, ¿necesitas algo?. - Pregunté.

- ¿Quieres que vaya esta noche a tu casa?, podemos ver una película o... lo que tú quieras. - He de decir que es muy guapo, pero no me interesaba, a parte de que ligaba con todas, yo tenía a Eddie, no le necesitaba a él.

- Amm, no pero gracias por la invitación. - Rodé los ojos y miré a Argyle, que se estaba riendo de todo.

- Venga muñeca no te hagas la dura. - Comentó. ¿Muñeca?, eso solo me lo podía decir Eddie.

- Amm, primero no soy muñeca y segundo, no me interesas Billy, no me gustas. - Contesté mirándole a los ojos.

Él solo me guiñó un ojo sonriendo y se fue.