30. ¿Un vals?

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Luego de sufrir el tener que volver a colocarse el vestido con ese tortuoso corset, Cale volvió para juntarse con los demás jóvenes como Amiru, Gilbert, Taylor y Eric.

Ellos se encontraban a una cierta distancia de su mesa y estaban parados. Aparentemente se habían levantado a recibir y felicitar a Eric.

— ¡Joven señorita Cale! — dijo Amiru al verla acercarse.

— Señorita Amiru. — asintió con la cabeza.

— Estuvo maravillosa, me conmovió su danza. — ella la miraba con ojos brillosos.

— Realmente es una persona talentosa, ya deseaba volver a verla bailar. — aporto Gilbert.

— Quede Realmente impresionado, no sabia que usted podía bailar con tanta gracia y delicadeza. — opinó Taylor con una risa entre dientes. — Cada vez me sorprende más. Hoy fue el centro de atención joven señorita.

— G-gracias...

Cale estaba forzando su sonrisa lo más que pudo, pero en su cara había un leve sonrojo que hizo sonreír a los demas

Sim embargo, al contrario d sus pensamientos, el sonrojo de Cale era por el hecho de que terminó resaltando cuando ella no quería llamar la atención.

(Por favor no me digan eso, ¡es Amely la verdadera protagonista aquí!, por el amor de todo lo bueno.)– Cale quería cabecear una pared ahora mismo.

La pelirroja ignorando las constantes alabanzas que le estaban dando los demás, se dio cuenta de que Eric estaba callado, un poco decaído y que la miraba de vez en cuando volviendo luego la mirada al piso.

Eso la hizo preocupar, quizás había hecho algo que le habría disgustado.

— Eric oppa... ¿esta todo bien?

Los otros tres que estaban allí se callaron al darse cuenta del estado de ánimo del de pelo grisáceo.  Amiru y Gilbert intercambiaron miradas para llevarse con ellos a Taylor y darles su lugar a los dos.

Taylor que no entendía nada, terminó siendo arrastrado hasta su mesa por los dos nobles.

Cuando por fin quedaron solos hubo una atmósfera de silencio incómodo.

Eric tenía muchas cosas en la cabeza en ese momento y empeoraron a ver volver a Cale.

El estaba molesto. Le hubiera gustado que Cale le contará sobre su participación en el show, quería que Cale le contará sobre esas cosas. Esto lo llevo a preguntarse que más había sobre la pelirroja que él no sabía. Esa distancia entre ambos le resultó tan lejana y dolorosa.

Estaba apretando los puños pero al instante aflojo el agarre, pues se dio cuenta de algo.

(El primero que se alejó fui yo... yo nos distancie)- pensó.

Miró a Cale quien lo miraba con preocupación, desde su punto de vista.

Frunció el ceño, y recapacito. Después de todo él fue quien había dejado de ir a visitarla cuando ella empezó a tener un comportamiento diferente con la excusa de ocuparse de sus tareas, aún sabiendo que ella no podía dejar el territorio fácilmente después de la muerte de su madre.

Fue él quien sugirió la comunicación por cartas en vez de una llamada, fue él quien dejó de contactarla primero.

Era su error y no tenía el derecho de reclamar nada. Él se perdió de todo lo que ella había estado haciendo.

Eric se estaba lamentando, pero algo lo hizo estremecer. Cuando miro a un costado noto una pálida y delicada mano apoyada en su hombro. Al volver la mirada frente suyo estaba la pelirroja que tantos suspiros le sacaba, pero ella parecía triste.

La heroína rubíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora