-James, no quiero hacerte esto, pero debo preguntarte muchas cosas acerca de tu estado ahora, pues creemos que has mejorado...-Contaba Katrina mientras bebía de un refresco que cogió de la cocina de la nave, el muchacho apenas podía mantener conversación.
-No importa... Aún así *tos irritativa* yo sé que estoy muy enfermo... Eso es muy obvio de ver...-El pobre chavalito no podía librarse ni de una simple baba, su estado era crítico, pero había algo que lo hacía mantenerse vivo...
-Bueno, intenta ser positivo, por favor...-Trató de relajarle la joven, él sonrió como pudo, de nuevo se oyeron sus respiraciones dificultosas-Dime, ¿me podrías describir, lo más breve posible, cómo sientes todo esto?-Parecía innecesario, pero tenía que saber si su salud mental se mantenía al menos n 90% estable.
-Pues... Es como si... Como si... Como si algo me tuviese inmovilizado, como si me estuvieran... No sé... Es muy agobiante todo esto, siento que me ahogo constantemente...-Pobre, hasta yo que estoy escribiendo esto, me da penita...
-Ya veo... Bueno, déjame decirte que cada vez adquieres más movilidad en tu cuerpo y que dentro de unos pocos días vas a poder mover todo tu cuerpo... De hecho, déjame decirte que tienes más fuerza que cualquier otra persona que es sacada de una cámara criogénica-Le empezó a explicar, se levantó de su asiento y se puso delante de James para poder suministrarle más suero glucosado.
-¿En serio?-Preguntó animado, ya cada vez tenía su voz menos afónica, la mejora cada vez era mayor.
-Sí, de verdad. Tu mejora es impresionante. Las personas que logran sobrevivir no tienden a progresar tan rápido, más bien tienen un progreso realmente lento, están tetrapléjicos a más no poder. Pero tú, la verdad es que estás fenomenal, esto no es ninguna broma, estás avanzando un montón-Antes de continuar, Jones miró su mano derecha para inyectarle su ''alimento'', la única extremidad móvil que tenía en aquel entonces-Préstame tu mano, cariño-Le dijo con dulzura, el don de esta chica para la medicina era el ser tan amorosa con los pacientes, ninguno solía ser así-Así... Eso es... Un poquito más... Ya está *risitas*. Bueno, te decía, que... Sí, que es una mejora que de verdad que nunca vi algo semejante, ¿sabes qué me desmuestra esto? Que esto son unas ganas de vivir inmensas, de verdad...-Aclaró, el chico seguía sonriente y risueño, su risa era magia pura.
-Bueno... Muchas gracias, de verdad... Es todo un halago-Ambos sonrieron amablemente, Katrina empezó a anotar ciertas cosas acerca de lo que le contó aquel rubio de ojos azules.
Pero, justo cuando ella apartó el cuaderno de sus ojos, observó algo que no pudo explicar por más conocimientos científicos que tuviera.
James se había inclinado hacia detrás, moviendo cada músculo desde su cuello hasta su abdomen. Fue poco, pero incluso consiguió levantarse y poner en marcha sus brazos derecho e izquierdo, siendo que uno no podía moverlo y el otro le tenía parcialmente movilizado. Ejercitó todo su cuerpo desde la cabeza hasta la cadera.
-Dios mío... ¿Cómo has hecho eso?-Preguntó sorprendida, él se percató cuando su doctora dijo aquello.
-¿Qué? No... No es posible...-Se decía a sí mismo, todo comenzó a cambiar en su interior, sus emociones se dispararon.
Levantó lentamente pero sin dificultad alguna su brazo derecho, observando su mano, segundos más tarde empezó a mover sus dedos como un pianista tocando la tecla correspondiente. Luego, levantó su brazo izquierdo más forzadamente e hizo lo mismo que con la derecha, sólo que en este caso tuvo que ejercer más fuerza para habilitar sus dedos, pues estaban congelados todavía. Para acabar, levantó su camiseta y dejó al descubierto su pecho lleno de electros para comprobar que no estaba congelado, y así era. Todo bien, estaba todo perfecto, él estaba perfecto.
Sin embargo, su alegría se esfumó cuando, al levantar la sábana para ver sus piernas, notó dos enormes cambios en éstas. Uno, que no las sentía, no podía movilizarlas, algo no le permitía hacerlo; Y dos, que podía ver sus músculos sobresalir, lo que le provocó náuseas y un horror tremendo.
-Lo siento-Sus pensamientos se largaron al oír la voz de Katrina, elevó la cabeza como pudo hasta encontrarse con ella-Tus piernas están... Atrofiadas de los músculos-Comentaba, él se quedó pensativo por la explicación de aquella chica cariñosa que le salvó del planeta devastado.
-¿Atrofiadas? ¿Eso es muy grave?-Cuestionó, su tono de voz cada vez más favorable dio a conocer que tenía una voz grave pero muy tierna, e inocente...
-Pues... Mira, no sé cómo explicartelo científicamente, y esto sonará muy frío, pero para que lo entiendas... No puedes caminar, te quedaste inválido...-Contestó friamente, le dolió el tener que responderle así, pero sería mejor que lo entendiese lo más sencillo posible porque tal vez no sabría nada acerca del cuerpo humano, pobrecillo...
-No... No podré volver a pisar el suelo... Ay... Bueno, al menos agradezco que estoy... Estoy... E...-Frecuencia cardíaca más rápida de lo normal, oh oh...
-¡James! ¿Estás bien?-Corrió la morena hacia él tratando de reanimarle, le tomó por los hombros y le sopló un poco la carita para que no empeorase su estado, muy mal estaba ya...
-Ehhhh... Sí, sí, es que... A veces me desmayo o me mareo y me pasan estas cosas... Creo que también puede ser por lo de moverme tanto ahora que tengo capacidad...-Comentó, era de lógica, la mujer reaccionó tumbándole con mucha delicadeza en la cama de nuevo.
-Es por eso... Tu cuerpo te pide descanso, y eso harás ahora. Duerme bien, cuando te despiertes estaré aquí, ¿vale?-Dijo ella, él asintió con la cabeza, Katrina se despidió dándole un beso en la frente, él sonrió-Descansa, corazón-Concluyó, le acarició un poco el pelo y después abandonó la habitación para que durmiera en paz y tranquilidad.
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Orion (Metallica, Ciencia Ficción, Futurista)
Hayran Kurgu¿Qué fue de ese lugar llamado ''Tierra'' al que llamábamos ''casa''?