A Yoongi comienza a gustarle Hoseok, pero tiene que seguir fingiendo su heterosexualidad frente a sus amigos, porque no desea recibir sus crueles burlas por volverse un rarito.
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Hoseok permitió que el pálido tomara su mano, porque eso le daba tiempo para asimilar lo que le pedía.
¿Novios? Pero, ¿qué iba a suceder con sus amigos? ¿Qué iba a suceder con la manera de pensar de los demás?
—¿Hablas en serio...? —susurró, no quería que Yoongi notara su remolino de emociones.
—Totalmente... Hobi —se acercó a él sobre la cama, quedándose a su lado—, yo sé que esto es extraño para ti, pero créeme que no es tan fácil para mí. Esta es la primera vez que hago algo como esto, no sé de dónde he sacado tanto valor para pedirte que seas mío, pero de verdad lo quiero. Te quiero para mí.
—Es que... No sé qué decirte...
—Bueno —hizo una pausa comenzando a tener pensamientos negativos—, puedo entender si tu no me ves de esa manera, si yo no te gusto tanto como para que tengamos una relación, está bien, lo entenderé.
Los sentimientos de Yoongi estaban excesivamente expuestos que Hoseok sintió pena por él, dolió verlo ponerse triste luego de ver el brillo de ilusión en su mirada.
Porque podía notar que el pálido estaba siendo sincero en sus palabras, aunque sus actos a veces indicaran otra cosa.
—Yoon... —Acarició tiernamente su mejilla haciendo que lo volviera a mirar—. Me gustas... Me gustas mucho, pero, tengo miedo por lo que pueda suceder después.
—¿Miedo de qué, Hobi?
—Miedo de los demás...
—¿Y qué importan los demás? Si lo único importante es lo que tú y yo hagamos juntos... Que el resto se joda...
La poca distancia entre sus bocas terminó por acortase, el pálido lo besó dándole toda la seguridad acerca de lo que decía. Yoongi no mentía, estaba siendo completamente honesto, y todo gracias a Changbin. Porque ver a Hoseok con Changbin, lo había obligado a terminar con su cobardía y sus prejuicios para hacerle caso a su corazón.
Lo besó dulcemente, entregándole cada uno de sus sentimientos, entregándole su corazón. Solo quería desmostrarle a Hoseok que él también era completamente suyo.
Aunque sus ojos permanecieron cerrados, Yoongi guió el cuerpo del chico de nuevo sobre el colchón, recostando su cuerpo y sobre este, el suyo. Se tomó la libertad de posarse sobre él, festejando orgulloso en sus adentros, que ambos cuerpos encajaban a la perfección.
El pálido mentiría en ese momento si pretendiera que no sabía lo que hacía, tal vez no tenía como tal la experiencia de tomar un cuerpo anatómicamente parecido al suyo, pero su corazón e intuición lo dirigían en cada paso.
La ropa fue desapareciendo de los cuerpos, lo besos continuaban mostrando la necesidad de continuar unidos. Con la tenue luz de la mesita de noche, ambos aprovechaban para contemplarse, para admirar la belleza que los había hecho querer entregarse.
