A Yoongi comienza a gustarle Hoseok, pero tiene que seguir fingiendo su heterosexualidad frente a sus amigos, porque no desea recibir sus crueles burlas por volverse un rarito.
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Caminando de regreso a casa después de las clases, Hoseok escuchaba música en sus auriculares. Desafortunadamente no había sido un buen día para él, pero seguía sintiendose muy feliz por su nueva relación.
Se había estado mensajeando con Yoongi casi toda la mañana, eso lo ayudó en su soledad pues al parecer, sus compañeros eran igual de idiotas que sus amigos.
Procuró vestir nuevamente más discreto pero parecía que ni siquiera eso funcionaba, porque esta vez, fue un grupo de chicas quienes se burlaron de él.
—¿Qué vas a hacer hoy, Hobi? —preguntó su novio en un mensaje.
—Tengo que ir a comprar ropa nueva —respondió.
—Déjame acompañarte.
Esa salida con su pareja seguramente le ayudaría a mejorar su día, se apresuró a caminar a casa, pero en su camino, se encontró con su amigo Changbin.
—Seokie, ¡qué bueno verte!
Nervioso, recordó las palabras de Yoongi, su chico había sido muy claro en pedirle no volverse a juntar con él. Pero Changbin era su amigo y había sido muy bueno con él como para alejarse sin explicación.
—Hola, Binie, ¿cómo estás? ¿Cómo te fue?
Caminaron juntos el resto del trayecto, y Hoseok con miedo no sabía que explicación iba a darle a Yoongi, había mucha actividad en las calles.
—Me fue bien, ya sabes, tengo una tonelada de libros que leer. ¿Y a ti?
—También, pero todavía no tengo tanta tarea —rió bajo, mientras miraba a todos lados asegurándose de no encontrarse con alguien conocido.
—¿Vas en la uni privada?
—Sí... —respondió aunque no quería que lo supiera.
—Que bueno saberlo, a ver cuando paso por ti —sonrió coqueto, Changbin comenzaba a mostrar sus románticas intenciones.
—Claro... Solo que no tengo un horario fijo de salida.
—No hay problema, entonces será una sorpresa.
—Hola, Hoseok —saludó Jimin entre risas quien para mala suerte de Hoseok, pasó a su lado.
Obviamente Jimin lo hacía por molestar, porque los dos iban juntos y seguramente eso sería un buen tema para divertirse con sus amigos.
—Hola, Jimin —devolvió el saludo, ya que el amigo de su novio se había parado justo al frente de ambos.
—¿Qué andas haciendo? ¿Interrumpo?
—No, no, no, no... Nosotros solo...
—Sí, de hecho sí interrumpes —respondió el musculoso, poniéndose serio.
