A Yoongi comienza a gustarle Hoseok, pero tiene que seguir fingiendo su heterosexualidad frente a sus amigos, porque no desea recibir sus crueles burlas por volverse un rarito.
Maratón dedicado especialmente a ustedes personitas, ¡muchas gracias por su apoyo! 💜
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Changbin recogió a Hoseok en la universidad, en compañía de Jisung y Minho. Sus amigos comprendían lo que estaba sucediendo, así que lo acompañaron en su duelo.
Se dirigieron al parque que quedaba justo en la calle donde Sooji y Yoongi vendían, pero no lo habían hecho a propósito. Era el único parque que quedaba cerca.
El musculoso compró helados para todos, y en una mesa vacía con sombra, tomaron asiento.
—Hay algunas cosas que queríamos compartir contigo, Seokie —Comentó Jisung, comiendo su helado de galleta.
Hoseok ponía atención a sus amigos pero estaba muy nervioso porque no quería verlo, no quería encontrarse con Yoongi. Porque había sido cuidadoso, esforzándose en no encontrarse con él ni con ninguno de sus amigos. Llevaba más de una semana así.
—Claro, ¿qué sucede?
—Lo primero y más importante —habló Minho, entrelazando su mano con la de su novio—. Es que cómo este año, él y yo vamos a graduarnos, planeamos vivir juntos.
Jisung formó una sonrisa tímida y asintió.
—¿En serio? ¡Qué maravilloso! —Aplaudió Hoseok, sintiéndose muy feliz por sus amigos.
—Ya andamos viendo lo del departamento, hay dos disponibles en el mismo fraccionamiento donde vivimos, así que espero que cuando ya lo tengamos, vengas a visitarnos.
—Por supuesto, chicos. Eso significa que podremos darles obsequios de matrimonio, ¿verdad?
La pareja se sonrojó, aunque llevaban años de relación, parecía que eran recién enamorados. Hoseok podía notar la linda manera en que ambos se miraban y, a pesar de su felicidad por ellos, en lo más profundo de su corazón añoraba que él y Yoongi hubieran podido tener algo como eso.
—Sabes que nuestra intención no es interesada, Seokie. Solo queremos compartir nuestro amor con nuestros mejores amigos. Pero si nos quieres regalar algo, será totalmente bienvenido.
Las risas se hicieron presentes y eso ayudó a que Hoseok se distrajera, porque aunque estaba a varios metros de él, pudo ver cuando llegó y comenzó a trabajar.
—También queríamos contarte el nuevo chisme de Binnie —Minho codeó a su amigo, causándole más risas.
—¿Qué sucede contigo, Binnie? —Preguntó Hoseok, saboreando su helado de chocomenta.
—Es que... Es que... —Intentaba decirlo pero se ponía muy tímido.
—Híjole, Binnie, ya dilo, no te hagas del rogar —codeó esta vez Jisung.
