A Yoongi comienza a gustarle Hoseok, pero tiene que seguir fingiendo su heterosexualidad frente a sus amigos, porque no desea recibir sus crueles burlas por volverse un rarito.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Yoongi... No sé de qué estás hablando...
—¿Crees que soy un pendejo? —se levantó molesto, girandose la gorra que llevaba volteada hacia la nuca, colocándosela adecuadamente, tratando de cubrir su rostro furioso.
—A ver, Yoongi, explícate. ¿Qué te pasa? —Hoseok se levantó también, ignorando las miradas curiosas de las demás personas en el área de comida.
El pálido se sostuvo del respaldo de la silla para controlarse, pero es que Jimin había sido demasiado detallado con su descripción que eso solo le hizo montar una escena imaginaria dónde su novio estaba de cita con el musculoso.
Hoseok dejó el helado en la mesa junto al otro, aguardando a que su pareja hablara pero este no lo hacía. —Bien, si vas a ignorarme, entonces me voy de aquí —anunció, dándose la vuelta y caminado a paso rápido.
Hoseok no era tonto, sabía que Yoongi ya lo sabía, todo el tema de Changbin y gracias a Jimin. Huyó de él solo para darle espacio y se tranquilizara, y para ganar tiempo y pensar en una buena explicación que su novio pudiera tomar bien.
—Vale verga... ¡Vale verga! —maldijo entre dientes, apretando el duro plástico de la silla y luego caminó en la misma dirección que su pareja.
Hoseok bajó rápidamente las escaleras eléctricas y se dirigió a la salida, estaba muy nervioso y todo por algo que parecía malo pero en realidad, se había portado bien.
Yoongi corrió por el pasillo, lento para no llamar la atención. Salió del centro comercial y pudo visualizar a su novio subir al transporte público y marcharse.
—¡Hobi! ¡Hoseok...! —gritó inútilmente pues el autobús continuó su trayecto—. Ah, me lleva la verga... Changbin, me las vas a pagar, culero...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Primo! —llamó Sooji, viéndolo bajar del autobús—. Seokie, ¿dónde andabas?
Hoseok le dio un breve abrazo en saludo y caminaron hacia el fraccionamiento. —Fui... Fui al centro comercial. ¿Y tú? ¿No fuiste a vender?
—Mi mamá anda allá en el puesto, le dije que tenía mucha tarea pero ya acabé —se encogió de hombros, notando el gesto distraído de su primo—. Las chicas están allá en nuestro lugar, ¿vamos?
