12. Socios

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Detrás de la sonrisa

Capítulo 12: Socios

La fortaleza que da el saber que no estamos solos.

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Alya miraba confundida a Ladybug y al chico tras ella que no era Chat Noir, el simpático minino que todos adoraban, sino alguien que parecía más un príncipe salido de un libro de cuentos, pues hasta hablaba de una manera tan formal que sentía escalofríos.

—¿Puedes hacerlo? —preguntó Ladybug de nuevo.

—Sí, claro que puedo hacerlo, pero... —señaló al chico detrás de ella—... ¿Quién es tu nuevo compañero? ¿Dónde está Chat Noir, nuestro héroe favorito?

—Él es Cat Walker. Chat Noir se ha tenido que retirar un tiempo porque tuvo un problema muy grave... —le informó, bajando la mirada—. Su identidad fue descubierta por su familia, así que no quiere ponerlos en peligro, y ellos tampoco quieren que él lo esté.

Alya miró nuevamente al chico y se llevó a Ladybug a un lado para susurrarle algo. Cat Walker sonrió cuando le dieron la espalda, pues apreciaba que Alya defendiera a Chat Noir.

—Dime, ¿Cómo te sientes con todo esto? —le susurró—, Ahora que habías empezado a sentir cosas por Chat Noir, ¿no lo extrañarás?

Ladybug, sumamente avergonzada, la hizo callar, mirando sobre su hombro cómo el chico parecía disfrutar aquella conversación. Odiaba su audición aguda.

—Sí, pero me acostumbraré —volvió a mirar a Alya—. Entonces ¿puedes hacerlo?

—Claro, déjame preparar todo —respondió finalmente a Ladybug, quien le hizo un gesto afirmativo con su dedo pulgar a Cat Walker.

—Entonces, nos juntamos en el parque —le recordó la heroína, antes de salir de la habitación. Cat Walker se mantuvo en el lugar, sorprendiendo a Alya.

—¿Deseas algo? —preguntó intrigada.

—Bueno... —cruzó su brazo derecho por su pecho y le hizo una reverencia—... yo solo quería decirle que estoy seguro de que Chat Noir agradece infinitamente su lealtad para con él.

En cuanto el chico se enderezó, la joven bloguera pudo reconocer la sonrisa y la chispa que solo caracterizaba a una persona, así que se llevó las manos a la boca para no exclamar en voz alta.

—¡Eres como mi Rena Furtive! —susurró y él afirmó con la cabeza.

—Mi identidad fue descubierta y debía alejarme, pero no podía dejarla sola —le confesó, saliendo por un momento del papel de príncipe encantador—. Tenía que buscar la forma de protegerme y protegerla a ella, así que... —extendió sus brazos—... invoque una transformación que me convirtiera en alguien que tuviera todo lo que ella siempre quiso de mí.

—Sabes que a Ladybug le encanta el gato coqueto, ¿verdad?

—Lo sé —respondió, sonriendo con coquetería—, pero te aseguro que esta versión le gusta más —Alya se unió a la risa—. Sin embargo, ahora debo ganarme a los ciudadanos de París, así que te encargo todo. Sabes que siempre confiaremos en ti.

—Gracias por el voto de confianza, Chat... Cat Walker —se corrigió—. Nos vemos en la plaza.

El chico se retiró de la habitación de Alya en busca de su lady, mientras Alya se quedó mirando al héroe alejarse, ¿Por qué esa versión de Chat Noir le recordaba tanto a alguien?

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