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Estaba bien, siempre lo estuve.

—¿Deseas más Amor?

Kaori me miraba abriendo sus ojos los cuales estaban pintados de azul acompañados de un delineador aún más oscuro, me miraba con amor, ofreciéndome otra bebida.

Estábamos instalados en algún bar de los cuáles siempre solíamos frecuentar cuando los parciales finales ya habían acabado, cuando podíamos respirar un poco y disfrutar algo de nuestra juventud.

Todavía soy jóven a mis veinticinco ¿verdad?

Por supuesto.

Acepté sin rechistar tomando entre mis dedos el vaso tan pequeño que hasta daba ternura, irónicamente su contenido era fuerte y con tres más de estos podría quedar algo inconsciento, hace mucho que no bebía, los últimos meses estuve estresado con la Universidad entregando proyectos aqui y allá, los exámenes y demás, el lado bueno era que ya era mi último semestre.

Nuestros dedos rozaron, y por inercia sonreí, su cabello corto subía por sus hombros, era bella.

—Apo, hombre.

Giré siguendo al dueño de esa voz.

Pete había llegado con más alcohol, me pregunto cómo logró llegar a último semestre siendo tan desorneado con su vida.

—Pete ¿Con que nos sorprendes está noche?—interrogue curioso al ver las botellas en sus manos.

—Hoy traigo la belleza de Ron traída de Jamaica.

Oh si, se me había que su padre es un famoso bartender, por ende este tipo siendo su hijo creció redeado de bebidas alcohólicas.

—Vaya Pete eso parece que cuesta mucho.—hablo ahora uno de los otros amigos que rodeaban la mesa.

—Lo es, cuesta unos quinientos dólares.—explica sencillo sin darle importancia abriéndola con descuido y buscando alguna copa o algo en dónde pudiera servirla.

Entre todos abrimos los ojos asombrados por la cantidad.

Luego de llenar de nuevo las copas y seguir hablando estupideces las dos de la mañana habían llegado, pero aún yo parecía estar más sobrio que los demás, Kaori me mira y me doy cuenta de que es lo que desea, el brillo en sus ojos siempre la delata.

Coloca su mano en mi muslo y yo comienzo a respirar lento y profundo, me tenso, y para disimular bebo y continuó hasta que todo se mueva por todos los sentidos.

Necesitaba estar mareado.

Ella se levanta y me jala sacándome de allí, los demás nos dedican muecas divertidas y de doble sentido, pero ciertamente no estaban del todo equivocados.

—Besame Apo.—demanda cuando ya estamos lo suficientemente lejos de todos en algún pasillo en el cual no transcurre ni un alma en pena.

¿Besar? Esta bien.

Junte sus labios con los mios y mis manos automáticamente se fueron hacía su cintura.

Introduce su lengua haciendo contacto con la mía siento su sabor a ron y también la siento sonreír, de nuevo me distraje.

¿Por qué ella era tan feliz besándome?

Creo que las cosas estaban subiendo niveles, no sabía bien cuando era el cambio de sensaciones pero ella estaba más agresiva así que supongo que no es el mismo aura del inicio.

—Métela.

Mi miembro pues... estaba semiduro, pero no completamente levantado.

—Kaori, no tenemos protección.—hablé ganando tiempo para que mi erección terminara de estar.

—Yo estoy tomando las pastillas...

—Pero igual

—Apo haz silencio y sólo tengamos sexo.-me mira seria y se levanta la falda.

La apoyo contra la pared y ahora con un 75% de endurecimiento creería que puedo hacerlo.

Sin esperar mucho me introduje en ella, soltó un grito ahogado sintiendo como temblaba debajo mío.

¿Por qué era tan escándalosa?

—M...más rápido A...apo.

La levanté aún sin separarla de la pared, colocando mis manos debajo de sus muslos y comencé a embestir con velocidad.

—¡Oh...!

Seguimos así por unos minutos, hasta que me miro de nuevo a los ojos.

—Para.—me dijo de repente y yo me sorprendi, porque jamas había dicho eso antes.

—¿Qué pasa?

—Bajame—pidió.

Salí de ella e hice lo que deseaba.

—Siempre es lo mismo contigo Apo, desde que intimamos jamás haces un ruido.

Me quedé estupefacto subiendome los pantalones.

—Pero es que yo no suelo hacer ruidos durante el sexo.—admiti, sinceramente el sexo no era mi actividad favorita.

—Pero es molesto, parece que no lo disfrutas.—habla arreglandose las ropas.—Desde que estamos juntos jamás he escuchado que gimas de placer o algo, siempre estas con tu cara seria.

Honestamente no sabía como reaccionar así que mis mejillas se coloraron más debido a la vergüenza ¿eso me consideraba mal polvo? Guarde mis manos en mis bolsillos.-Lo siento Kaori, no sé que sucede pero mi cuerpo no genera ningún sonido.

—¿Yo te gusto Apo?—su voz sonaba entrecortada.

—Si, me gustas, eres linda y me comprendes, me la paso bien contigo.

—Tú también a mí Apo, pero no puedo continuar con alguien que sea tan serio, pensé que esta vez seria diferente.—tomó aire y luego me miró fijamente.—No puedo seguir contigo lo lamento.

—Está bien.—no la iba a obligar si no se sentía cómoda conmigo.

—¿Ves? Siempre tan apático.—rodó los ojos.

Quizás sentía rabia, no me dijo nada más sólo se dio la vuelta y me dejó allí.

Cuando ella estaba lo suficientemente lejos juguetee un poco con mis dedos, y luego suspiré.

De hecho Kaori no había sido la primera que me terminaba por eso.

Me empiezo a preguntar que está mal en mí.

🤎🤎🤎

-bienvenidxs a esta nueva obra.

Espero la apoyen mucho, perdón por no estar con tanta actividad pero me tome un tiempo de redes sociales pero ya estoy de vuelta.

Pueden seguirme en instagram, allí charlamos más seguido:).

@/apooteosis

Un beso, nos leemos pronto.

⌲┋" É𝑙 𝑛𝑜 𝑔𝑖𝑚𝑒 "┋•° °• ⤿𝑴𝒊𝒍𝒆𝑨𝒑𝒐 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora