7.

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Mile había continuado su estancia en el colorido salón, pensó en continuar dibujando pero no parecía tener las suficientes ganas, así que guardo sus cosas, pero se le hizo extraño que las personas tuvieran más "energía" para salir.

Enarcando su ceja se levantó del asiento, y se dejo llevar por los demás alumnos que le guiaban directamente hacía un griterío en uno de los pasillos.

No era participe de aquellas muestras públicas pero cuando vió (gracias a su altura) a Apo siendo protagonista, no dudo ni un segundo en ir por él, más cuando vió que le habían golpeado, y por deducción sabía que si nadie hacía nada continuarian violentandole.

Empujó a quiénes estaban en su alrededor y socorrio al moreno quién estaba en el suelo, le ayudo a levantarse.

Que rabia que le daba la injusticia, ¿Por qué tenían que llegar al extremo de golpearle? ¡Y más entre dos!

—¿¡Les parece justo enfrentarse ustedes dos contra él sólo?!—gritó ajustando su mano en la cintura del contrario.

—¿También eres un acosador Mile?—los dos personajes victimarios parecían no cesar.

¿Se habían atrevido si quiera a llamarlo así?

—¡Cuida tus palabras!—dijo con notable rabia.

—¡Tú deja de cuidar patanes como él!

¿Apo era un patán? Pero si en lo que había hablado con él parecería ser una persona amigable, no entendía la necesidad de llamarle tan indebidamente, dejandolo en ridículo frente a toda la multitud.

—¿Quién te asegura que lo es? ¿Acaso conoces los dos lados de la historia? ¿Al menos dejaste que te explicara porqué la seguía?

¿Por qué sólo juzgaban a Apo? ¿Por qué siempre hay más personas juzgando un lado que el otro?

—Vete a la mierda y deja de actuar como un puto héroe cuando no eres más que un maldito juzgon.

No era de palabras groseras, pero sus emociones salieron a la luz, sentía impotencia, sólo era eso.

Alejando a algunos marco un camino hacía el estacionamiento, su compañero no había hecho ni un sonido.

Incluso cuando le ayudo a subir al auto Apo continuaba callado.

Mile cerró la puerta, ahora sólo estaban ellos dos.

—De verás lamento lo que te sucedió allí.—hablo el mayor colocándole el cinturón, viendo luego como unas gotas salpicaban en su mano.

Subió su mirada y se dio cuenta de los ojos llorosos que cargaba el contrario, observo como Apo cerraba los ojos y las lágrimas escurrian.

Se alejó rápidamente.

—Llora, todo está bien.—calmo, sin saber más que hacer.

La vida te prepara para muchas cosas, si, pero no para ser empaticos con otros, no te enseñan a escuchar a los demás, te enseñan a que expreses tus problemas pero ignores a los demás, no te enseñan a como dar un abrazo cuando alguien esta mal, no te enseñan que hacer cuando alguien no la esta pasando bien.

—No entiendo.

Expreso Apo con la voz entrecortada y con ardor en su garganta, le daba vergüenza que su nuevo y recién compañero le viera así.

Mile no hablo, porque sabia que Apo lo diría todo, no le iba a cuestionar nada, dejaría que hablara y tomara su tiempo.

—No entiendo por qué me pasa esto.—no caia en un mar de lágrimas, ya que no era un llanto tan profundo de ser doloroso, era más bien algo de cólera mezclado con resentimiento.

⌲┋" É𝑙 𝑛𝑜 𝑔𝑖𝑚𝑒 "┋•° °• ⤿𝑴𝒊𝒍𝒆𝑨𝒑𝒐 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora