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Joaquín se llevó las manos a la boca cuándo escuchó la historia que el rizado le había contado. Se estaba muriendo de la vergüenza, en su cabeza poco a poco comenzaba a aparecer aquel recuerdo. Sí que conocía a ese chico y sí que recordaba a la perfección cómo estando borracho, le había dicho que tenía buen culo. Emilip sonrió al observar su rostro y ver cómo realmente sí que sabía quién era. El rizado lo sostuvo de los hombros intentando tranquilizarlo.

- Oye tranquilo, todos nos hemos emborrachado alguna vez - ánimo Emilio

- ¿Algunas vez estando borracho le has dicho al hijo de tu jefe que tiene buen culo?

- No - sonrió Emilio agachando la cabeza - Fué un verano especial, aunque siempre que te veía estabas borracho

- Ya - dijo Joaquín juntando los dientes - No le digas a tu padre lo que hacíamos

- Mi padre ya lo sabe, Joaquín, pero no tiene nada en contra de eso. ¿En cuánto a ese tal Jerry? - cambió de tema

- Es mi ex-novio, digamos que no aprueba que lo haya dejado

Emilio no quiso insistir más, al observar el rostro de Joaquín en esos momentos supo que no era un tema de conversación agradable para él. Recibió una llamada en su celular, era su padre, el cuál los estaba observando desde hacía unos minutos desde la grada superior del antro y quería saber si había algún problema. "El cuarto está limpio" eran las palabras secretas que tanto Emilio cómo su padre utilizaban con respecto al antro para que nadie sospechase. El castaño ni siquiera prestaba atención al rizado, ahora estaba cabizbajo pensando en aquellas noches de verano en las cuáles ahora sí que recordaba al rizado.

Él también sintió su celular vibrar, Joaquín lo sacó y el nombre de Mauricio aparecía en la pantalla.

- Contéstalo - escucho decir a Emilio

Pero Joaquín decidió no hacerle caso provocando una sonrisa en el rostro del rizado. En parte Joaquín estaba ahí porque Mau le había prometido aparecer, después le mensajeó diciéndole que no iba a acudir finalmente, ahora seguramente no era muy importante lo que tuviese que decirle su amigo.

Amigos, era lo que eran, al fin y al cabo, simples amigos.

El rizado colgó guardando su celular en el bolsillo trasero del pantalón. Joaquín continuó poniendo copas, era su trabajo y estaba descuidándose. Una canción lenta comenzó a sonar, la gente se abrazaba y bailaba moviendo sus cuerpos al son de la música. Joaquín los observaba desde detrás de la barra. Se imaginaba ahí bailando lentamente agarrado a Mauricio, sacudió su cabeza. Mauricio no estaba ahí.

Una mano recorrió su espalda sacándolo de sus pensamientos. Giró su cabeza a la izquierda y se encontró con la mano en el aire del rizado. Joaquín rió, pero la aceptó gustoso. Salieron de detrás de la barra y se colocaron en la pista de baile. Las manos de Joaquín pararon en los hombros grandes y fuertes del más alto, mientras que Emilio sostuvo fuertemente la cadera del más bajo. El castaño se asombró ante lo grande que eran las manos del rizado frente a sus caderas. Comenzaron a moverse lentamente, mirándose a los ojos, sonriendo tímidamente.

- Todo el verano esperando por ésto y ahora lo consigo - susurró el rizado

- ¿Cómo dices?

- Desde que te ví por primera vez quería que ésto sucediese

- Emilip yo... - se separó un poco, ya que el rizado no le permitió separarse del todo

- Lo sé, estás ilusionado con otro. No tengo problema con eso

- No quería darte ninguna falsa esperanza con ésto

- No me la das - aseguró tranquilo - Sé que finalmente estarás conmigo

Joaquín sonrió, Emilio le agradaba, pero en ningún momento se le aparecía por la cabeza tener algo con el hijo de su jefe. Además, estaba intentándolo con Mauricio, aunque era difícil para él porque no le importaba que todos supiesen que era gay, pero con respecto a Mau, parecía que lo quería ocultar. Pocas personas sabían de los gustos del otro, incluso Joaquín lo había visto varias veces coquetear con chicas, pero al final él siempre regresaba a Joaquín.

- Gracias por lo que has hecho ésta noche - volvió a hablar Joaquín

- Te cuidé desde la primera vez que te ví - dijo Emilio encogiendo los hombros - Voy a seguir haciéndolo

La música fuerte volvió a sonar. Joaquín sonrió dejando un beso en la mejilla del más alto y se separó para regresar a su puesto de trabajo. Emilio subió a las gradas superiores, a una sala en la cuál se encontraba su padre, observando en todo momento las cámaras de seguridad. Una de ellas apuntaba a Joaquín y a Emilio, sonrió al verle nada más entrar por la puerta.

- Ahí lo tienes cómo querías, me has dejado la cartera vacía - dijo su padre

- Gracias por haberlo traído

- 20.000 pesos cada noche... Y tanto que me tienes que dar las gracias

- Necesitaba verlo aquí y que me recordase

- Hijo, no quiero fastidiarte la ilusión, pero éste chico está saliendo con Mauricio - Emilio bufó - Sólo no quiero que te hagan daño

Emilio se mantuvo observando la cámara que apuntaba a Joaquín. Desde aquella noche de verano que lo vió, algo le había enganchado. Se sentía atraído cómo un imán y verlo el primer día en la universidad le hizo demasiado feliz. Su desgracia llegó cuándo su padre le contó que estaba saliendo con otra persona y que éste chico era hijo de uno de los mejores amigos y socio de su padre. También sabía que Mauricio era varios años mayor que Joaquín, 10 años mayor concretamente y que era difícil competir contra ello.

Joaquín y Mauricio se conocían de hacía varios años. Un día, cuándo Joaquín tenía apenas 15 años, celebraban en su casa el cumpleaños de su hermana mayor y ésta no dudó en traer a varios amigos suyos. El castaño se quedó prendado del pelinegro de ojos azules que había aparecido en su casa y cuándo tuvo 18 años se vió con la fuerza suficiente de confesarle a Mauricio que desde el primer minuto que lo había tenido delante de él había querido besarlo. Le daba igual la gran diferencia de edad, que él fuese amigo de su hermana. Todo le daba igual, sólo necesitaba decirle sus sentimientos al ojiazul y esperar que éste le correspondiese del mismo modo y aparentemente así fué. Aunque la diferencia de edad también había hecho mella en los pensamientos de desconfianza del menor y aquello muchas veces no le permitía avanzar en su relación.

 Aunque la diferencia de edad también había hecho mella en los pensamientos de desconfianza del menor y aquello muchas veces no le permitía avanzar en su relación

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Seguimos........


Hasta el próximo capítulo AlbertXioW.

Heaven // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora