Heaven // Adaptación Emiliaco

26

Habían pasado alrededor de 2 semanas. 2 semanas viviendo en aquel antro, duchándose la mayoría de veces con agua helada, durmiendo en esa cama que parecía estar rellena de paja, viendo interrumpidamente la televisión por fallos en la señal... 2 semanas escondido. De todo, tanto de lo bueno cómo de lo malo. Había logrado convencer al rizado de que lo llevase en su auto un par de veces. Extrañaba ver el color verde de los árboles, las aceras llenas de gente, edificios altos, en definitiva, extrañaba ver la vida fuera de esas cuatro paredes.

A Emilio le daba miedo que alguien los viese, que los siguiera y terminaran sabiendo el lugar dónde tenía escondido a Joaquín. Quería protegerlo, pero entendía la necesidad del menor de salir. Él tenía suerte, gracias a la excusa de Heaven salía cada noche. En la universidad dijeron que ambos se habían contagiado de un virus estomacal muy fuerte y nadie hizo preguntas. Azul le entregaba los apuntes a Roy ó a Adrián y éstos se los llevaban.

Estaba siendo una noche tranquila, hacía calor. Emilio había salido cómo cada noche en busca de algo para cenar antes de irse a Heaven y Joaquín se daba su particular ducha de agua fría. A decir verdad, ya casi no notaba el frío helador que salía. Se envolvió en la pequeña toalla del baño y salió a la habitación dónde se detuvo abruptamente.

La televisión estaba encendida y un hombre, de espaldas a él, se encontraba sentado en una silla observando las noticias. Joaquín miró a su alrededor en busca de su celular, pero no lo encontró.

- ¿Buscas ésto? - dijo enseñándolo - Es una pena que lo haya encontrado yo primero

Aquel hombre se levantó girándose hacía él y Joaquín quiso morirse en aquel instante.

- Vaya, vaya, vaya... Mira que regalito me ha caído del cielo

El castaño intentó retroceder hasta el baño, pero su espalda chocó antes con la pared. Buscó la puerta con sus manos mientras observaba cómo Mauricio se acercaba a él.

- No me tengas miedo nene, soy tu novio

- No te acerques más - suplicó atemorizado

- ¿Qué pasa cariño? ¿No te acuerdas de mí?

- ¡Aléjate! - pidió nervioso - ¡Socorro!

- Soy tu novio, bebé

- ¡Eres un maldito violador! - espetó llorando

- Aquello fué un malentendido nene, estabas enfadado y creíste que te violé, pero no viste tu cara de placer - continúo acercándose

- ¡Te aprovechaste de mí, me destruiste, hiciste que me llevasen al maldito hospital! - gritó llorando por la rabia

- Quizás fuí un poco más brusco de lo normal, pero joder, estabas tan estrecho. Creo que Osorio no te folla tan bien cómo yo lo hago - dijo a punto de alcanzar su mano

- ¡No des un puto paso más ó te vuelo la maldita cabeza! - pronunció Emilio

Joaquín se quedó boquiabierto. Emilio había entrado sigilosamente, sacó el arma que llevaba escondida en su espalda y la colocó sobre la nuca de Mauricio, apretándola violentamente. El castaño consiguió expulsar el aire que había contenido, pero aún así le aterraba la idea de ver un arma. No sabía que Emilio poseía alguna, pero en aquellos momentos lo estaba agradeciendo pues había hecho callar a Mauricio.

- Bonito ven conmigo - se oyó la voz de Emilio y Joaquín se fué con él dócilmente

Emilio lo colocó tras su espalda, aún empuñando el arma.

- Lárgate Mauricio, no me hagas repetir lo mismo de aquella noche - el ojiazul se giró hacía él

- ¿Crees que te tengo miedo? ¿Crees que me intimidan tus amenazas? ¿Ésto es lo que quieres para tí, nene? ¿Un tipo armado?