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¡Capítulo un tanto violento y doloroso! 😞😞😞😞😞

Joaquín se había quedado en la biblioteca de la universidad porque tenía bastantes tareas pendientes y también quería comenzar a estudiar materias nuevas, ya que el tiempo se le echaba encima y en menos de 2 semanas tenía su primer examen. Se había mensajeado varias veces con el rizado. Estaba bastante pendiente de la hora, ya que esa misma noche era su primer día oficial cómo camarero indefinido en Heaven. Estaba nervioso, aunque era algo que ya había hecho anteriormente, se encontraba bastante nervioso.

Azul lo había abandonado hacía un par de horas porque, según ella, la biblioteca le daban náuseas. "Demasiado ha aguantado" pensó Joaquín. Claro que él era el polo opuesto, se estaba haciendo de noche en el exterior y él no se había percatado.

Estaba inmerso en los libros y en sus apuntes. El estruendo de la tormenta que se avecinaba lo hizo sobresaltarse. Levantó la cabeza, estaba sólo. Únicamente la luz de su mesita se encontraba encendida, el resto era oscuridad. Trató de meterse de nuevo en sus estudios cuándo otro trueno lo molestó. Mirase dónde mirase, todo estaba oscuro. Decidió aproximarse hacía el interruptor de la entrada, pero éste no funcionaba. "Se habrá ido la luz" pensó. Por lo que decidió que, antes de que comenzase a llover más fuerte, era hora de marcharse.

Estaba recogiendo sus pertenencias cuándo ésta vez, un golpe lo asustó. Había sonado demasiado cerca y no se trataba de ningún trueno. Metió rápidamente todo en la mochila y fué hasta la entrada de la biblioteca. Intentó abrirla, pero ésta se encontraba completamente cerrada.

Genial, mi día de suerte.

Hizo todo esfuerzo por abrirla con todas sus fuerzas, pero fué en vano. Estaba comenzando a desesperarse. Agarró su celular marcando el número del rizado cuándo sintió unas manos taparle la boca. El celular había comenzado a sonar, pero éste había caído al suelo tras el sobresalto. Comenzó a forcejear intentando separarse de aquel sujeto, pero era imposible.

- Hola bonito - dijo Emilio al otro lado

No obtuvo respuesta, sin embargo, escuchaba algo moverse y golpes.

- ¿Joaco?

Finalmente, Joaquín se pudo separar y observar a su asaltante. Mauricio.

- ¿¡Pero que te pasa!? ¿¡Estás mal de la cabeza!?

- Te dije que íbamos a hablar sin esos matones delante - Emilio escuchó su voz y su sangre comenzó a hervir

- Déjame, tengo que irme - intentó apartarlo, pero éste no se movió - Mauricio, no estoy jugando, déjame irme

- Tú no vas a irte a ninguna parte - se abalanzó sobre él

- ¡No! - gritó cuándo lo tumbó sobre una de las mesas - ¡Socorro! ¡Ayuda! ¡Emilio!

Mauricio rió. Le gustaba verlo asustado, pidiendo ayuda, sabiendo que nadie iba a ser capaz de socorrerlo. Intentó besarlo y Joaquín apartó la cara, sin embargo, le sujetó fuerte la mandíbula e introdujo su lengua en la boca del menor obligándolo a besarlo. El castaño no podía moverse. Tenía sujetas sus manos con una de las suyas, mientras que con la otra le agarraba fuerte la cara impidiendo que se pudiese mover. Por lo que no le quedó otra opción. Levantó su rodilla hasta que golpeó violentamente su entrepierna y se separó retorciéndose de dolor.

Joaquín corrió hasta su celular que estaba tirado en el suelo y sin saber siquiera que Emilio estaba al otro lado habló.

- Socorro - dijo llorando - Que alguien me ayude por favor

Heaven // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora