Joaquín Bondoni se vé abrumado ante el segundo año de universidad. El verano queda atrás, pero él quiere volver a él y reencontrarse con personas que conoció, incluso con aquellas que no recuerda haberse encontrado.
Emilio Osorio estará ahí para ha...
Aquella misma noche, recogieron sus pertenencias y abandonaron el motel. A pesar de haber accedido a recuperar su vida, el rizado no quería que Mauricio tuviese la posibilidad de volver a tener aquel encuentro junto a él. Recogieron todo mientras el cuerpo del pelinegro yacía golpeado en el suelo. Joaquín no se giró a verlo ninguna vez. Ni siquiera quería comprobar que estuviese vivo, quería salir de allí lo más rápidamente posible. Salieron de la habitación y bajaron las escaleras urgentemente hasta el auto. Joaquín se metió en él y cerró los seguros, mientras que Emilio iba a la zona de recepción a entregar las llaves.
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El viaje estaba siendo tranquilo, la música suave sonaba en la radio y el menor después de todo lo vivido, se encontraba por fin aliviado. Llegaron hasta un hotel, éste al menos no tenía luces de neones ni borrachos en las escaleras. Tenía 3 estrellas, pero el rizado pagó una cantidad desmesurada de dinero para no tener que darles sus documentos de identidad. Subieron a la habitación y ésta era bastante más acogedora que la otra. Cayeron rendidos en la cama, estaban agotados.
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A la mañana siguiente ambos se dirigieron a la universidad. Joaquín estaba nervioso, hacía un par de semanas que no iba por ahí. Se acercó hasta su taquilla, la cuál estaba al lado de la de su amiga y ésta se encontraba ahí. Los libros cayeron de sus brazos cuándo lo tuvo delante.
- ¿¡Que estás haciendo aquí!? ¿¡El mamut se ha vuelto loco!? Vámonos Joaco... - dijo tirando de su brazo
- Azul estoy bien, ha sido mi decisión venir - Emilio se acercó a ellos
- ¿Cómo le dejas cometer semejante locura? - lo ignoró Azul - Sabes que aquí pueden encontrarlo
- Él ha querido venir, no puedo prohibírselo
- ¿Estás mal de la cabeza? ¿Sabes que le hará si lo encuentra?
- Mauricio vino anoche al motel - dijo Joaquín de nuevo y su amiga lo fulminó con la mirada
- ¿¡Qué Mauricio qué!? ¿¡Cómo!?
- Nos encontró de alguna manera - dijo Emilio
- ¿Qué estáis haciendo aquí? - preguntaron al unísono Roy y Adrián
