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Joaquín utilizó aquel tono autoritario que cualquiera habría sido capaz de entender, pero el mayor seguía ensimismado con querer lastimar al rizado. Emilio torció una sonrisa cuándo vió la furia en la mirada del más bajo. Rápidamente, los guardaespaldas del oji-café aparecieron.

- Señor, ¿Necesita que nos encarguemos?

- Si chicos, llamad a un taxi y que se lo lleven. Necesita dormir la borrachera - dijo lanzándoselo con cuidado

- ¡No te atrevas a tocar lo que es mío! - gritó mientras era sacado de la discoteca

- Creo que todos los traseros de la discoteca son suyos ahora - espetó Joaquín volviendo tras la barra

Y es que tenía razón. Mauricio se había dedicado única y exclusivamente a frotarse y tocar traseros, escudándose en que iba borracho. Pareció que todo el mundo agradeció al unísono cuándo se lo llevaron. Joaquín agarró un trapo y furioso comenzó a limpiar la barra recordando la actitud de su... "¿De tú que Joaquín? ¿De verdad quieres estar con un tipo cómo ese?" - se dijo a sí mismo. El mayor sabía de buena mano la importancia que Joaquín le daba a sus trabajos y a él parecía no importarle, con tal de pasárselo bien se olvidaba de todo a su alrededor. También se olvidaba de que su actitud podía dañar al menor.

Emilio observó el rostro del castaño y se aproximó a él detrás de la barra. Joaquín pareció no sentir la presencia del rizado porque cuándo éste masajeó sus hombros dió un respingo asustándose.

- Shhh - le susurró al oído - Tranquilízate, es un idiota

Y tenía razón. Mauricio cuando quería podía comportarse cómo un auténtico cretino, pero también lo quería demasiado cómo para no pasar por alto aquellas situaciones.

De pronto, Joaquín se acordó del incidente con la bebida del rizado y se giró rápidamente para tocarle el torso aún mojado.

- Lo siento muchísimo de verdad Emilio

- Deja de disculparte por cosas que no has cometido - recordó el rizado

- Lo sé, pero es mi novio y me siento responsable

- No lo hagas y una cosa. Dices que es tu novio, pero ¿tú eres su novio?

Joaquín recapacitó, nunca había usado esa palabra para referirse a Mauricio y la verdad es que en ese momento no le apetecía serlo. Miró a los ojos al rizado, que lo observaba con una mirada complaciente.

- No es mi novio - terminó diciendo Joaquín - Pero quería que lo fuese y cuándo hace éstas cosas lo odio, lo odio demasiado

- ¿Él se considera gay? Lo digo porque sólo le faltaba sobar el culo de mi madre ésta noche - Joaquín rió

- Supuestamente, sí, pero aún no ha salido del armario

- Que no haya salido del armario no significa que pueda ir tocando el culo a cualquiera que se le pone delante

- Lo sé, pero él es así

Emilio no quiso hurgar en la herida, sentía el dolor en las palabras del ojimiel y tampoco quería ponerlo triste. Decidió darle su espacio para que pensase y recapacitase. Regresó de nuevo a la zona de videocámaras dónde aprovechó y cambió su camisa y americana. Segunda noche, segunda mancha, si seguía así debería contratar un servicio personalizado de limpieza.

Observaba todo el antro en todo momento, especialmente la cámara de Joaquín.

La noche acabó, todos estaban exhaustos, pero por fin había llegado el fin del fin de semana. Emilio estaba atendiendo una llamada en la habitación de las cámaras cuándo unos toques en la puerta lo interrumpieron.

Heaven // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora