La voz de mi alma, (sabe cómo te llamas)

Jinwoo

Jinwoo creció en un hogar que creía mucho en la importancia de las almas gemelas.

Ya que el encuentro de sus padres fue como en un cuento de hadas perfecto.
Cuando se vieron por primera vez, fue como amor para ellos, él era un bombero que la rescataba de un edificio en llamas y, reconocieron sus marcas casi de inmediato.

Años después, casados y con dos hijos estaban tan enamorados como la primera vez que se conocieron.

Sin embargo, las mazmorras y los monstruos aparecieron y, el padre de Jinwoo entró en una mazmorra un día y nunca volvió.

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La primera vez que vió la marca de su alma gemela quedo fascinado, desde sus hombros, por la espalda, los omóplatos, pasando por sus hombros y antebrazos, bajando hasta sus caderas estaba envuelto en alas con plumas negras de aspecto afilado y mortal, con una especie de humo plateado en sus bordes, con finos huesos esqueléticos ubicados encima del inicio y final de las primeras plumas más largas.

Siempre pensó que su alma gemela sería alguien protector y letal, aunque estas alas de ángel oscuras solo le brindaban seguridad.

Luego despertó como un Cazador de Rango E, su madre cayó en el Sueño Eterno y él tuvo que luchar para mantener a su familia.

Dejó de esperar a su alma gemela, pero no de desear encontrarla.

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Hay días en que regresaba a casa magullado y ensangrentado con más heridas que tenía que esconder a su hermana y a su madre cuando aún estaba despierta y, deseaba que su padre hubiera sido más egoísta, pero no puede culparlo realmente por ser quién era, aunque a veces piense que es estupido, aunque también lo respeta por eso.

Y mientras tanto, unas alas negras de ángel lo abrazan desde su espalda, Jinwoo presiona una mano en las plumas negras afiladas con humo plateado de su marca de alma y siente que puede sacar fuerzas de él.

Hasta esa mazmorra.

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La Mazmorra Doble, le muestra a Jinwoo que no es tan diferente a su padre después de todo, aunque:

Es un hecho que me traicionaron, porque soy débil.

Lucha con todo el coraje en su débil cuerpo mortal mientras está es ese altar viendo su final acercarse, no morirá sin luchar.

La espada baja, y todo cambia.

El Sistema lo ayuda a fortalecerse por conveniencia, pero está bien él usa al Sistema a su vez.

Despiadadamente arrasa en su camino hasta la mazmorra en la que obtiene un título ominoso y lleno de significados profundamente ocultos.

El Monarca de las Sombras.

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Sale de esa mazmorra con frialdad en su alma y con más preguntas, las cuales pasan a un segundo plano porque al dar su primer paso fuera de ella, puede sentir el movimiento de plumas negras afiladas en su piel y ver como el humo plateado se enrolla en sus brazos como garras esqueléticas.

Siente un escalofrío placentero en su alma, como si alguien le susurrara mío-protección-empatía-comodidad, se permite saborearlo por un momento, luego centra su enfoque porque ese fue el primer contacto que tuvo con su alma gemela.

Un alma gemela que consoló su alma y le devolvió algo que no sabía que había estado perdiendo.

Su humanidad.

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