Quiere probar los hechizos de los libros que ha encontrado en casa.
Hablan de magia oscura, de torturas físicas y psicológicas, de revivir a los muertos. Ese es el más interesante, porque habla de como devolver a un muerto a la vida como fantasma, en contra de su voluntad y que esté a tus órdenes.
Y es justo lo que Atria necesita, revivir a un muerto en contra de su voluntad para que le responda a todas las preguntas que tiene.
También hablan de los peligros que tienen lanzar los hechizos. La locura que supone para quien los lanza, la tortura que es para quien lo recibe.
Porque traer de vuelta al mundo de los vivos a un muerto no es algo que salga gratis.
Atria cierra el libro con fuerza, enfadada. Las consecuencias son demasiadas, tanto para ella como para quien sea que esté en la tumba de Fred. No ha dejado de ir a verla, sin saber muy bien qué es lo que intenta al hacerlo, pero va todos los días después del entrenamiento y se sienta allí, con los libros. Le da igual que haga frío, le da igual si llueve o si nieva porque tiene la magia de su parte y, a veces, la utiliza para protegerse del tiempo. Cuando no lo hace es porque siente que tiene que castigarse a sí misma.
Eso pasa más de lo que a Atria le gustaría, pero no puede evitarlo. Ahora cena al menos una vez a la semana con George y Mara y les ve juntos, sonrientes y se siente jodidamente culpable por no contarle a George que Fred está vivo.
Porque está vivo, si no la aguja no se hubiera movido. Todo el mundo sigue esperando que la aguja caiga y ella solo sigue esperando a que vuelva a moverse. Vuelve a La Madriguera una y otra vez, solo para mirar el reloj y ver si cambia.
A Molly y a Arthur no parece importarles que Atria vaya a cenar los seis días restantes de la semana así que ella va y se queda mirando el reloj de reojo, lista para gritar si ve la aguja moverse. Pero no se mueve y ella solo sigue mirando.
Mira el reloj, mira sus libros, mira su cuaderno. Lee los hechizos, lee sus memorias, lee sus sueños. Todo grita que tiene que probar los hechizos, que tiene que hacerlo aunque pierda parte de ella cuando haga el primero. Necesita hacerlo porque tiene que entender quién está en la tumba de Fred y dónde está él.
Sigue leyendo, sigue intentando entender cómo funcionan los hechizos porque, si salen mal, quién puede acabar en la tumba es ella. Así que necesita un seguro, necesita saber que habrá alguien que sepa qué hacer si uno de los hechizos sale mal.
Por eso se cuela dentro de Hogwarts. No sabe muy bien cómo consigue llegar hasta la torre de Gryffindor, pero lo hace con éxito y espera hasta que sale alguien —un niño de primero que se asusta al verla pasar corriendo— para poder entrar.
Tiene que subir siete pisos en el ala de chicas y luego grita porque no quería ver eso. Cierra la puerta de un portazo y oye la risa al otro lado de Ginny y como su hermano empieza a reírse también y abre la puerta que Atria ha cerrado sin camiseta.
—Al menos vístete, que ya he visto demasiado —le dice, pero Harry no parece por la labor.
—¿Qué haces aquí? —Harry la ignora y, de repente, deja de sonreír —. ¿Qué has hecho?
—Nada.
—No te creo, ¿qué has hecho?
—Nada, en serio.
—¿Y qué vas a hacer? —ahí la ha pillado, la verdad. Atria solo sonríe y estira la mano para revolver el pelo de su hermano.
—Solo busco a Hermione, ¿sabes dónde está?
—Biblioteca, está estresada por los ÉXTASIS —responde Ginny desde la habitación y Atria no puede evitar poner los ojos en blanco.
—Tampoco son para tanto, me voy a buscarla.
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[3.5] Talking to his memory [Fred Weasley]
Fiksi PenggemarATENCIÓN: Tercera parte de Mors Memoriae y fanfic simultáneo a De Las Cenizas Contiene spoilers del final de Mors Memoriae y del Especial I que se encuentra en De Las Cenizas. No recomendable leer sin haber leído ambas historias. En serio, si lees e...