“Querida abuela Valérius:
¿Adivinas algo? Un amigo del señor Mercier me ha ofrecido trabajo, la paga es mucho mejor que en la compañía en la que estoy, así que he decidido tomarlo aún si la oferta fue repentina. Estaré fuera de la ciudad un tiempo, pero trataré de mandar cartas cada que pueda, si necesitas dinero pueden usar algo de mi caja de ahorros, ya sabes en donde se encuentra. Cuídate y mándale saludos al abuelo Valérius de mi parte. Te quiero.
Hasta luego.
Atentamente: (T/N) Daaé”
Pasaron alrededor de diez minutos.
Diez minutos en los que (T/N) Daaé se demoró en observar la carta recién escrita con su puño y letra, en busca de algún error, aunque en realidad sería imposible de corregir, debido a que su pulcra caligrafía estaba ya impresa con espesa tinta negra sobre el papel.
Al final la insertó de golpe en el sobre, y derritió algo de cera blanca para sellarla. Bajó de su habitación a zancadas, tomó la bolsa bandolera que cruzó en uno de sus hombros y la invitación que le había llegado un par de días atrás.
La invitación clave de su inesperada decisión.
«Oletus Manor, ¿eh?»
Sus ojos enmarcados con unas leves ojeras, disimuladas con maquillaje, repasaron el contorno del sello carmín que había mantenido cerrada la misteriosa carta antes de su revelación y suspiró. Era una idea muy estúpida el ir a una mansión desconocida, en la que supuestamente cualquier cosa que ella quisiera podría ser realizada, pero la desesperación era todavía más grande.
Respiró hondo para evitar estresarse.
Cerró la puerta de su casa y salió de la susodicha, dejó la carta en un buzón a la espera de que el cartero la entregara sin inconvenientes y se puso en marcha hacia la lejana plaza, en la que un transporte la recogería para llevarla a Oletus Manor.
Recorrió los pasillos conectados que formaban la silueta octogonal de la plaza, conteniendo las ganas de llorar. Se sentía una fracasada.
Más temprano que tarde el reloj de la plaza marcó las ocho de la mañana, y el transporte prometido arribó justo frente a ella, por lo que entró tras comprobar que se trataba del correcto, y así, el trayecto hacia la mansión dió comienzo.
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Identity V - Trust Me (Luca Balsa x Reader)
Fanfiction"Pareciera que por un tiempo la melodía del viento fue la guía de nuestros pasos sin rumbo, llevándonos a un mundo de mármol, terciopelo y canciones. El dinero sí parece comprar la felicidad, o al menos lo hace hasta que la muerte aparece y decide u...