“Es una voz peculiar la que tienes, al hablar con las personas suena tan débil, como el piar de un polluelo recién nacido.
Pero al cantar, es una historia totalmente diferente.
Pareces una encantadora, valiéndote de una melodía para hechizar a montones de serpientes.
Todo el público lo notó cuando reemplazaste a la cerda de Carlotta durante las funciones de invierno, te acomodaste tan bien en el escenario que era como si tú hubieras sido la Prima Donna de la Ópera de Garnier desde siempre, aún si lo tuyo no era ese género.
Durante esas efímeras semanas, trajiste frescura y alegría hasta a los más acaudalados que reservaban los mejores palcos.
Naturalmente la audiencia se sintió decepcionada al verte volver a ser la sombra del espectáculo, una simple corista. Y debido a eso, dejaron de disfrutar al cien por ciento las funciones cuando Carlotta regresó a cantar, por lo que murmuraban en voz muy baja…
“¿Por qué esa señorita no está cantando en el rol principal?”
“Es demasiado talentosa para encargarse sólo de los coros”
“Si no la dejan volverse cantante principal, entonces debería buscar otra compañía que sí quiera explotar su potencial”
El padre de Carlotta llegó a escuchar cosas como esas, y al ser la cabeza de la familia que más apoyo económico le ofrecía a la ópera, decidió tomar cartas en el asunto. Yo mismo presencié el momento en el que ese hombre sobornó al director, con un generoso cheque de varios millones, exigiéndole lo más repudiable y ridículo posible.
“Despida a la señorita (T/N) Daaé, hay muchas coristas que pueden reemplazarla sin tratar de arrebatarle el puesto que le corresponde a Carlotta.”
El director iba a hacerlo, no conseguí que se olvidara de esa pésima idea.
Tomé la decisión de ir a enfrentar al padre de Carlotta en su propia casa, tuvimos una discusión tan acalorada que no pude resistirme. Cuando me dí cuenta ya estaba a horcajadas sobre él, golpeándolo con mi propio libro de partituras para órgano.
Todo es difuso, pero en un acto desesperado, una de las criadas acabó arrojándome ácido para limpiar en la cara. No tuve más opción que irme, y así fue como terminé desfigurado, a causa de las quemaduras en la piel.
La policía empezó una discreta investigación para encontrarme, pero para eso recurrí a las catacumbas de la ópera, las cuales había descubierto mucho tiempo atrás, y las cuales conocía como la palma de mi mano. Me refugié en ellas, y a la vez era capaz de enterarme de cada cosa que sucedía en los pasillos de la ópera.
Esas catacumbas y esos canales, que se originaron para contrarrestar el lago subterráneo debajo de la construcción, se convirtieron en mi hogar.
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Identity V - Trust Me (Luca Balsa x Reader)
Fanfiction"Pareciera que por un tiempo la melodía del viento fue la guía de nuestros pasos sin rumbo, llevándonos a un mundo de mármol, terciopelo y canciones. El dinero sí parece comprar la felicidad, o al menos lo hace hasta que la muerte aparece y decide u...