"Pareciera que por un tiempo la melodía del viento fue la guía de nuestros pasos sin rumbo, llevándonos a un mundo de mármol, terciopelo y canciones.
El dinero sí parece comprar la felicidad, o al menos lo hace hasta que la muerte aparece y decide u...
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—Uff… Qué partida más problemática. Ahora tengo más moretones por culpa de esas estatuas infernales.
Luca suspiró, llevándose las manos tras la nuca luego de acomodarse mejor en una de las múltiples camillas de la enfermería. No había sido herido de gravedad gracias a los esfuerzos de Andrew y Edgar, y al apoyo mediante cartas de Victor y Wick, consiguiendo una victoria casi impecable contra Galatea.
—Agradece que sólo fue eso, yo me llevé la peor parte por tu culpa, rata plebeya— murmuró el pintor con faz enfurruñada, encontrando antiestético el portar gasas y vendas en el cuerpo.
Aunque la cereza del pastel, era esa bandita en la nariz cubriendo un moretón horrible, provocado por haberse estrellado de cara contra una estatua en un momento de debilidad.
El cartero se limitó a reír con cálidez, procediendo a recompensar a su mascota con una golosina canina por sus fructíferos esfuerzos en el terreno de juego. El albino resopló de alivio y recargó la cabeza contra la pared, cerrando los ojos para descansar por un momento del ajetreo.
Emily sonrió con ligereza en el momento en que tiraba a la basura el material de sanación usado, pero la serenidad de la estancia fue interrumpida por otro equipo de sobrevivientes.
Kurt se veía aterrado y pálido, y apenas fue capaz de articular del todo bien las palabras clave.
—¡Doctora Dyer!... ¡Mike y la señorita (T/N)...!
Al oír "(T/N)", el inventor castaño alzó el rostro, tan sólo para horrorizarse al ver al acróbata y a ella más muertos que vivos, con vidrios incrustados y bañados en sangre y agua lodosa.
—¿¡Pero qué…!? ¿¡Contra quién jugaron, pebleyos!?...— exclamó Valden, sacado de su zona de confort.
—¡El nuevo cazador! ¡Es un raro desquiciado!
—¡Dénse prisa, sobre las camillas! ¡Y ustedes salgan, que necesito atenderlos de inmediato!
Edgar, Andrew y Victor asintieron, pero Balsa permaneció pasmado, sin quitarle la mirada a la chica inconsciente por el agotamiento. Su bonito vestido estaba hecho trizas, lleno de fragmentos de cristal, manchas de óxido, sangre y suciedad, los tacones de sus zapatos lucían tan desgastados que tal vez no tardarían en romperse, tenía el labial corrido y el cabello hecho un auténtico desastre.
En esos momentos sólo un pensamiento rondó por su cabeza, y ese era el haber estado ahí para recibir los golpes por ella. Chamuscar al cazador por medio de elctrocuciones, antes de que tan siquiera dañara a alguien, también sonaba como una estupenda idea.
—Anda, Balsa. No seas una rata estorbosa y deja que la doctora trabaje.
El explorador negó ante el pésimo y grosero pedido del pintor, por lo que instó a Luca a salir con un par de golpecitos en la espalda. Andrew se retiró a descansar, por lo que los cinco sobrevivientes restantes dejaron a solas a Dyer con Morton y Daaé, y procedieron a ir al comedor para aguardar de forma más cómoda.
