Este capítulo se enfocará en el entorno de Craig Tucker
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Odiaba la música. A pesar de empezar a anochecer,parecía una discoteca de mala muerte la mansión de Token. Las luces de neón se prendían y acababan a cada rato. La gente se movía de un lado a otro empujandose, si quiera había espacio para respirar a causa del humo a tabaco o los pasteles recién horneados de Rebbeca.
Agradecía estar en el mini bar del padre de Token, le daba pereza estar parado y tener que hacerse espacio entre la gente sudada o alcohólica del lugar.
Craig todavía no entendía ¿Por qué demonios se encontraba en esa fiesta en vez de su casa o el gimnasio?
Oh cierto, tenía que vigilar a Clyde.
El castaño era una bala disparada a cualquier sentido cuando había alguna clase de fiesta, en un descuido su amigo ya podría estar al borde de una sobredosis, algún problema de ira o partiendole la cara a alguna persona del lugar que estuviese cerca de Bárbara.
Ver a Clyde y Bárbara romper o pelear ya le parecía agotador y malditamente innecesario ¿Por qué? porque después el único que podía consolar a su amigo por sus acciones estupidas era él. Su padre era un maldito drogadicto que ni podía ya hacerse cargo de si mismo, y si ni siquiera podía mantenerse o cuidarse, menos podría con su hijo.
Siempre era la misma rutina que Craig presenciaba; primero pelea por alguna estupidez: Segundo, la rotura que ni llegaba a durar dos semanas siquiera: Tercero, darse celos coqueteando o hablando con algún mal tercio: Cuarto, pedírse disculpas y volver, sólo para hacer lo mismo luego de un período de tiempo. En serio, Craig quería gritarles a los dos que se fueran a terapia por un lado o que de una buena se decidieran en seguir juntos o romper de una puta vez.
Pero no era su asunto.
Dejo de lado sus pensamientos y se concentro a su alrededor. Ahí venía Rebecca con unos bizcochos en bandeja, su ropa era reveladora, llevaba un corsel estúpidamente apretado, no había nada candente en eso, más bien le generaba asco y desconcierto como a pesar de eso ella sonreía de forma lasciva con exceso de maquillaje en todo su rostro.
Dejo la bandeja delante de él, si quiera trataba de disimular que solo se fijaba en el azabache y le valía un bledo su amigo borracho a su lado.
.-Tiene un nuevo ingrediente, pruébalo.-Le hablo de forma seductora la pelirroja.
Craig sólo rodó los ojos y volvía a poner su mirada en los bizcochos, estaban algo quemados en algunas partes de la textura a simple vista; esto reflejaba la falta de experiencia de la pelirroja en la repostería, pero aún así le causaba curiosidad las palabras dichas por Rebecca.
No tardo en darle una mordida con cierta desconfianza al bizcocho, estaba algo duro, pero también noto el peculiar olor y sabor del mismo, contenía cannabis en el interior.
Después de unos momentos degustando el sabor, dio dos mordidas más hasta acabarse el bizcocho. Aún no podía sentir los notables síntomas del cannabis, por lo que siguió con otros tres hasta que busco en internet, esa mierda tardaba en hacer efecto alrededor de media hora, algo que lo frustró, había perdido tiempo con las estupideces de Rebecca.
Saco de su bolsillo interno de la chaqueta otra vez su móvil para distraerse al menos un momento del lugar tedioso en el que se encontraba. Pudo ver como arriba de la pantalla tenía notificaciones, algunas de nuevos seguidores o likes que recibía en Twitter o Instagram, nada interesante para Craig hasta que vio como en uno de los avisos le decía que alguien lo había bloqueado, no solo en una red, si no en todas.
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|Abandoname Mañana|Creek |
FanfictionOdio, repudio, una venganza, un corazón roto...o quizás el puro deseo de ver como una persona se corrompe y arde en llamas. O solo es que Tweek tiene que aprender a superar sus traumas y tormentas del pasado... Cualquiera que sea la razón, él mismo...