|Abandoname Mañana|Creek |

Capítulo D I E Z

Estaba estático, la sangre en el piso se escurria hasta llegar a sus pies. Su respiración era forzada, su pecho subia y bajaba constantemente. Bebe cayó al suelo desmayada cuando la mano de Clyde ya no la ahorcaba.

Todo lo que habia ahora era el castaño inconsciente en el piso al igual que su pareja, pero en mejores condiciones. Tweek no tardo en arrepentirse de su estupida decisión, se dejo caer de rodillas, su cuerpo temblaba como gelatina, no llegaba suficiente aire a sus pulmones, de su frente bajaba el sudor frío al igual que de sus manos. Perdía el control de sus músculos, parecia que se estaba alejando del suelo y estuviera en un barranco, los signos de vertigo eran más notorios.

Estaba apunto de perder el conocimiento al igual que las otras dos personas que estaban a su lado.

Una voz a la distancia se oía, su rostro del rubio palidecio. Los pasos se oían más cerca al igual que la voz llamando a alguien, sabía de quien se trataba.

No pudo más, lo que menos quería era que Craig sea espectador de tal escena.

Las lagrimas empezaron a brotar de sus ojos, las cosas no podían ponerse peor. La sombra detras de tal caravana se hacía cada vez más grande, solo fueron unos segundos hasta que por fin se mostró el azabache.

.-Qué demonios...-El miedo se reflejo en el rostro de Craig, quien mantenía la distancia. Sus ojos se posaron en Clyde, luego en Bárbara, pero se detuvieron en él. Tweek empezó a temer por su vida, se arrastro por el suelo, un intento inútil de huir del azabache.

Se quejo cuando el contrario lo jalo del brazo, cerró los ojos y se cubrió con las manos la cara por instinto, esperaba a que Craig lo golpeara hasta dejarlo agonizando, de todos modos no sería la primera vez que hacía eso el azabache.

Pero no lo hizo.

.-¡¿Tweek que paso aquí?!-Volvió a jalarlo más a él, solo habían unos cuantos centimetros entre sus rostros.

Craig lo jaloneo de nuevo cuando no obtuvo respuesta.-Tweek, maldita sea ¡responde!-Las palabras no salían de su boca. No tenía la duda que sí le contaba a Craig lo que en verdad pasó se ganaría más odio y golpes por parte de él.

A los pocos metros pudo oír el quejido de dolor de Donovan en el suelo, movio la parte superior de su cuerpo tratando de reincorporarse, pero fue inútil, no tenía la suficiente fuerza en ese momento para hacer algún movimiento. En su cabello se veían los trozos de vidrio con su sangre que brotaba como río hasta su mentón.

Fue en ese momento que Craig lo soltó y fue en dirección a su amigo. Lo apoyo a la pared de la caravana para inspeccionarlo, al observar más a detalle se dio cuenta que tenía una herida profunda cerca del ojo izquierdo al igual que cortadas en su frente.

.-Su pulso es cada vez más débil.- Habló el azabache luego de unos minutos, tenía sus dos dedos puestos en el cuello del castaño.

Sintió un dolor agudo en su corazón ¿Y si terminaba matando a Clyde? Distintos pensamientos cruzaron por su mente a la vez. No quería pasar los siguientes años en un centro de detención, mucho menos en prisión, se ganaría el odio de todo el pueblo. No podría seguir con su vida sabiendo que sus manos estarían manchadas de sangre, y que cargaba con el odio de una multitud.

.-Solo...solo quería pararlo.-Craig lo miro sin entenderlo hasta que vio las marcas en el cuello de la rubia al costado. No tardo en comprender sus palabras.

.-Lo siento, lo siento mucho.- Sollozo haciéndose ovillo al otro lado.

No le importo llorar frente a Craig, no soportaba más la presión y la culpa carcomiendolo desde el interior. Esperaba que solo fuera una pesadilla si cerraba sus ojos por más iluso que sonara. Los volvió a abrir cuando sintió las dos manos del contrario en cada lado de sus hombros, la mirada de Craig era neutral.