Capítulo XIII

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-¿Cuánto falta?- Reacomodo el brazo de Kenny en su hombro.

-No mucho, aguanta un poco más.- Respondió el menor de ambos rubios, cargar a alguien que pesa el doble que tú lo dejaba exhausto, pero no podía dejar a su novio tirado en ese concierto como la última vez.

Para Tweek solo estaban dando vueltas por todo el lugar, el trabajo de cargar a Kenny se volvía más pesado y Butters no ayudaba lo suficiente por su falta de fuerza. Pero al menos eso era mejor que quedarse solo durante toda la noche o hasta que Pete volviera para estar junto a él.

-Ya llegamos- Aviso el menor antes de dejarse caer en el suelo con las mejillas rosas y la respiración agitada.

Estaban por un gran pasillo que daba a los distintos camerinos del lugar. Tweek no pregunto cuando Butters le dio una llave que claramente tenía el nombre grabado del gerente del lugar y se dispuso a abrir la puerta.

Butters se dejo caer en el sofá junto a Kenny quien seguía mareado, estaba exhausto al igual que su novio.-El refrigerador no tiene seguro, puedes sacar unas sodas.

Se sento junto a Butters y le extendió la bebida. Había pasado ya una semana desde lo ocurrido en el festival, pero seguía considerando si era el momento de disculparse con el otro rubio ahora que ya no lo ignoraba, pero al final de todo él tuvo la culpa por su forma de actuar cuando Butters solo se preocupaba por él, ¿verdad?

Volvió su mirada al mencionado quien estaba con su celular mientras que en el otro sofa estaba Kenny durmiendo.

-¿Cómo obtuviste acceso a este camerino?- Cuestionó Tweek consiguiendo que él menor alzará la mirada.

-Fue gracias a ciertos favores que le hice a uno de los dueños del lugar.- Dejo su celular en la mesita de al lado y se reacomodo.-Aunque tuvo más influencia su relación de "socios" con mi padre...

Pudo notar la incomodidad de Butters, su rostro lo delataba, no tardo en arrepentirse por su pregunta. Trataba de lograr el momento adecuado para disculparse con él, pero conseguía lo contrario al igual que cambiar de tema.

-Oye, esta bien. Tampoco es secreto las asquerosidades que hace mi padre en los antros o discotecas del pueblo.- Butters soltó una vaga risa mientras tomaba otra soda del refrigerador.-Sinceramente he logrado ciertos lujos gracias a sus trabajos manuales como acceso a lugares restringidos jeje.

Tweek no sabía que responder, le sorprendió la sinceridad y la facilidad de Butters en abrirse con él sobre ese tipo de cosas que eran personales.

Butters se levantó y se dirigió hacia su pareja con una cobija en sus manos. Le dio ternura como el rubio cuidaba tanto de Kenny, se preguntó si algún día podría estar así junto a Pete, cuidándose el uno al otro.

-¿Él siempre se emborracha así?- Preguntó mientras miraba al de chaqueta naranja durmiendo en el sillón.

-No, pero últimamente siempre está acabando así en cada fiesta o concierto al que vamos...- Confesó Butters mientras miraba a Kenny durmiendo.-Algo malo le está pasando, pero no quiere decirme y tampoco sé qué hacer para que confíe en mi.

-¿Cómo sabes que le está pasando algo?

-Siempre que tiene problemas o la esta pasando mal bebe hasta olvidarlo.- Notó la tristeza y preocupación reflejada en su mirada baja. Estaba angustiado, y en cierta parte Tweek entendía esa necesidad de ayudar a su pareja aunque, no sea resolviendo el problema, pero si apoyándolo.

-No soy él más apto o mejor persona para dar consejos- Confesó Tweek jugando con sus manos-pero trata de estar para él sin hostigarlo, cuando notes que ya está en un punto bajo o llorando, abrazalo y no lo sueltes, hazlo sentir que está en un lugar seguro y recuerdale que todo se arreglara.- Agrego para luego levantarse y botar en el bote las latas vacías de ambos.

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