Capítulo XV

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Seguía parado frente a las puertas de la escuela, no quería entrar. Las personas solo pasaban de largo mirándolo como bicho raro. A lo lejos pudo divisar a Wendy acompañada de Kyle, por fin veía una cara familiar.

Wendy lo recibió sonriendo junto a un abrazo, el momento hubiera sido más cómodo si Kyle no lo estuviera fulminando con la mirada–Me alegra que por fin regreses, han pasado muchas cosas durante tu ausencia. –Comentó llevándolo al interior de la escuela.

Detrás los seguía Kyle irritado por su presencia, aún no hallaba una razón para entender él despreció del Judío hacia él.

–No te sorprendas si ves el salón algo vacío, los de la banda y la selección deportiva están en el gimnasio y patio trasero practicando. –aseguro Wendy.

Al entrar al salón el silencio reino, las miradas se posaron en él y luego los murmullos no tardaron en aparecer. Estuvo ausente durante semanas por lo que entendía la acción de sus compañeros.

Tomo asiento al lado de la ventana junto a Wendy con Kyle atrás de ellos. Tardo en notar que el asiento de Bebe ya no estaba además que no la había visto en la entrada ni dentro de la escuela.

–Bebe no ha estado viniendo a clases al igual que tú, creo que la cambiaron de escuela luego de lo ocurrido en la feria...–respondió Wendy luego de preguntarle el paradero de la rubia.

El rostro de Tweek se desvaneció en un pálido semblante y sus ojos se abrieron con incredulidad. Se suponía que el accidente era confidencial gracias a Dirección y la policía. Trato de ocultar su nerviosismo al preguntarle que tanto sabía de lo que paso, aunque sus labios, temblorosos al hablar, lo delataban.

– Tweek, ya todos saben que ahorcaste a Bebe. –Mencionó Kyle.

El miedo lo invadió, el contexto de lo ocurrido estaba alterado. Si todos ya lo veían como maníaco, ahora tenían más razón para pensar que sí lo era. Su reputación debía estar ya por los suelos, tenía que encontrar a la persona quien esparció el rumor y quizás hablarle de eso al Director PC, pero ¿qué cambiaría si el daño ya estaba hecho?

–Solo es una versión de las que nos contaron –dijo Wendy–. Tú no eres capas de eso, las personas que te conocen también pensaran lo mismo. –sonrió tratando de reconfortarlo.

La conversación acabó cuando el profesor entró al salón. Su rostro mostraba amargura, por lo que entendía que sería una clase aburrida.

Tweek recargo su mejilla en su diestra y tomaba nota con su mano libre. Olvido lo fastidioso que era tomar clases casi todo el año, hubiera preferido quedarse encerrado en su habitación perdiendo la cabeza con algún videojuego en vez de enterarse de que la mayoría de su clase sabía la razón de su ausencia.

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La cafetería seguía igual de concurrida que antes y el menú no había cambiado, la única diferencia era que al menos ya no estaba tan solo como antes.

–Vas a ponerte igual de gordo que Cartman si sigues pidiendo una cubeta de alitas picantes.

–No me compares con esa bola de grasa, Wendy –ordeno el pelirrojo levantando su bandeja–. Yo sí sé controlar mi apetito ¡La siguiente semana empezaré una dieta, lo juro!

La chica solo río al ver lo fácil que era fastidiar al Judío. Tweek solo era expectante del divertido momento, se alegraba de tener más compañía aparte de Pete al igual que por fin ser parte de un grupo de amigos sin estar siendo de mal tercio como con Butters y Kenny.

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