Capítulo XI

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La luz del sol que entraba por la ventana terminó por despertarlo, a penas había logrado conciliar el sueño.

Había pasado más de una semana luego de esa noche en el festival. Su madre termino pidiendo licencia a la escuela mientras iba al psicólogo debido al "nuevo trauma".

Su sangre hervía al solo recordar las actitudes pasadas de su madre, las veces en que le suplicó que hiciera caso a las palabras del doctor respecto a llevarlo a terapia. Era una hipócrita como los demás en el pueblo, sus intenciones iban más allá de preocuparse por su bienestar.

Camino por la basura en el suelo , no estaba con animo para limpiar su desastre, simplemente no le tomaba relevancia al igual que no ver a su madre en ningún lugar de la casa, era costumbre.

Mientras calentaba las sobras de ayer empezaron a tocar el timbre. No había pedido nada, tampoco su madre le aviso que vendría alguien. Aún indeciso abrió la puerta.

.-¿Por qué no has venido?-La preocupación era evidente en el rostro de Pete, no trataba de ocultarlo.-Al menos podías haber respondido mis mensajes...

Lo cierto es que no se había comunicado con ninguno de sus "amigos" luego del incidente. A excepción de Wendy quien le pasaba los avances.

.-Lo siento por eso, otro día te lo recompensare.-

Estaba a punto de cerrar la puerta pero la mano de Pete se lo impidió.

.-Oh puedes hacerlo ahora almorzando conmigo.-Mostro que traía una bolsa con comida, aunque ya estaba calentando lo de la anterior noche dejo que pasara.

.-¿Por qué ves todo cómo si fuera la primera vez que estás aquí?-Dijo al ver al gótico viendo toda la casa con curiosidad.

.-Esperaba ver la casa hecho un desastre, pensé que habías explotado de nervios o algo parecido.-Fue sincero mientras buscaba los cubiertos.

¿Era así como pensaba de él? No lo culpaba porque algunas veces había actuado como un maníaco al estar en mucho estrés. No respondió a su comentario y sirvió la comida.

.-Y...¿pensaste en lo que te hable?-

Escupió la comida, se atragantó hasta que Pete le pasó un vaso con agua y logro calmarse. Lo había olvidado por completo, se sentía culpable por haber olvidado ese asunto y avergonzado al mismo tiempo por demostrarlo.

-Lo siento, pero aún no estoy seguro de iniciar algo...-

Pete le gustaba, era una de las pocas personas que se había quedado a su lado a pesar de los rumores sobre él en la escuela. Le debía mucho, estaba en deuda con él por las tantas veces que fue su salvavidas en sus ataques de ansiedad. Perderlo sería cómo perder una parte de sí mismo.

La desilusión en los ojos del gótico eran evidentes al igual que su tristeza por sus palabras, su corazón empezó a doler, su intención no era hacerle daño, pero aún así lo hacía.

-Está bien, no pasa nada. Toma el tiempo que necesites.- Una sonrisa se formó en el rostro del gótico, pero no era de felicidad.

A penas había probado algunos bocados de la comida china que Pete le trajo, la verdad es que no tenía hambre, pero no quería parecer grosero. Dios, ¿por qué se complicaba tanto la vida?

Frotaba los nudillos de las manos debajo de la mesa, estaba incómodo, solo comían en silencio y Pete tenía la mirada abajo, buscando algún tema para conversar.

-Pusieron un programa contra la violencia en las relaciones.-Comentó Pete mientras tomaba un bocado de la comida-Es una mierda, nos retienen todas las mañanas en el gimnasio divididos en grupos de chica y chico para escuchar al señor Mackey y a la señorita selastraga dando sermones y experiencias por dos horas.

|Abandoname Mañana|Creek |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora