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—Me impresiona que me invitaras a cenar un viernes por la noche. Normalmente estarías en tu apartamento con Taehyung.

—No quiero estar en casa.

Hoseok asintió, dándole un trago a su vino para intentar disipar la incomodidad del ambiente. Seokjin siempre era serio, pero hoy había algo distinto en él.

—¿Estamos celebrando algo? —preguntó señalando su copa—. Quizás... ¿la fusión del partido de tu padre y el congresista Lee? Es el principio del fin de tu relación con el grupo Jung.

—Mamá está triste.

Seokjin no debía sonar tan decaído, pero lo hizo. Su desanimado tono de voz y su mirada apagada lo puso en evidencia.

No sentía pena por su madre, porque ella jamás la había sentido por el, pero era imposible darse cuenta del rumbo que estaba por tomar su familia; una inminente caída al lado del grupo Jung.

Su madre, que siempre había vivido de apariencias y gozado de un reputación pulcra, estaba a punto de experimentar un duro golpe qué traía consigo la liberación de Seokjin.

No había fingido ni un poco de alivio por él, solo había preocupación propia. Y entre el ajetreo emocional de su familia y la reciente ruptura con Taehyung, se encontraba totalmente abatido.

Quizá por eso se dio cuenta demasiado tarde que la botella de vino ya había bajado más de la mitad, que sus mejillas ahora estaban empapadas y que Hoseok se había acercado a consolarlo.

—¿Son lágrimas por tu familia o hay algo más, Jin?

—¿Crees que si hubiera nacido en otra familia, en una que no estuviera involucrada en la política y el ojo público, podría ser feliz con Taehyung?

—¿Más de lo que ya lo eres? Creo que jamás te vi tan feliz como cuando estás a su lado.

Aquello hizo al mayor llorar un poco más, así que Hoseok no tardó mucho en unir las piezas y sentir su corazón hacerse pequeño por ver a su amigo tan mal.

—¿Pasó algo con Taehyung?

—Terminé con él, porque era lo mejor para los dos, porque no se lastima a quien ama... pero entonces, ¿por qué me siento así?

Hoseok se tomó un tiempo para calmarlo y para ordenar sus propios pensamientos. Esta era la primera vez que Seokjin experimentaba algo tan cercano a un corazón roto y que fuera un completo desastre en demostrar su emociones no ayudaba para nada.

Pero eso no era su culpa; ni su forma de ver las cosas, ni su entorno, ni las consecuencias que caían sobre él por los acciones de los demás, especialmente de aquellos que debían protegerlo, no exponerlo más.

—Creo que sin querer te estás reflejando en Taehyung. Estás haciendo lo que mil veces desaseaste que hicieran por ti: que te alejaran de la opinión pública y te dejaran en paz. Pero tú no eres Taehyung y no es ni de cerca la misma situación. No eres tus padres, no eres Jung Chaerin, ni tampoco Jung Chayeon.

»Eres Kim Seokjin y estás descubriendo un mundo nuevo al lado de Kim Taehyung, de quien también resulta que estás enamorado. Sin querer se vio expuesto a todo lo que no querías, pero era inevitable. Eres una figura pública y a él jamás le ha importado eso, lo único que quiere es estar a tu lado.

Había pasado tanto tiempo tratando de que lo de Taehyung y Seokjin no despegara, pero ¿para qué? Si el más joven parecía no importarle estrellarse contra todo con tal de estar con Jin.

—Tómate tu tiempo, Jin —habló una vez más tras unos largos segundos de silencio—. Has crecido y vivido toda tu vida odiando que otros se entrometan en tus asuntos, no es fácil para ti aceptar de inmediato que puedes finalmente ser feliz... Vamos, te llevare a casa.

Con las lágrimas aún frescas, pero la respiración más tranquila, ayudó a Seokjin a salir de ahí, esperando y deseando con todas sus fuerzas que no olvidará todo lo que acaba de decirle.

Con las lágrimas aún frescas, pero la respiración más tranquila, ayudó a Seokjin a salir de ahí, esperando y deseando con todas sus fuerzas que no olvidará todo lo que acaba de decirle

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A Sweeter Place | Jintae AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora