Matías escuchó cómo se cerraron las puertas en la oscuridad, bajo la tela que le estaba raspando de manera molesta la piel. Antes de entrar no sabía como explicarlo pero había sentido un extraño escalofrío recorriendo su cuerpo, dentro del ascensor estaba impregnada un aura como jamás había sentido, una que hacía a sus sentidos vibrar de manera electrizante, el sentimiento era exquisito causándole que el interés por el alfa que tenía en ese momento dentro suyo desapareciera, sin embargo no tenía tiempo de distracciones, por más que quien hubiera salido lo hiciera sentir de tal manera.
Sacudió de su mente la distracción que estaba creciendo y centró su atención en Callum nuevamente, sabía que tarde o temprano el alfa le iba a dar justo lo que quería.
Al separarse las puertas finalmente se encontraron dentro de la suite que Callum tenía reservada, el alfa iba preparado y el omega al fin pudo quitarse el saco de encima, el sudor que estar cubierto todo el camino del ascenso hacía la tela de su camisa casi translúcida dejando que sus pezones y espalda se viera a través de ella.
—Rápido más rápido— gimió mientras trataba de hundir más el miembro de Callum en su entrada desesperadamente.
La visita que tenía el inglés enfrente lo estaba volviendo loco, Matías estaba jugando con él sin darle un gramo de piedad, ahora que estaban solos podía liberar feromonas de la manera que quisiera y su cuerpo empapado hacía que el aroma a vainilla mezclado con canela se sintieran más fuerte.
Para Callum el verlo con sus ojos entrecerrados, el cuello expuesto y escucharlo pidiendo más hizo que cediera a sus instintos más animales. Al llegar a la cama lo tiró con violencia, su espalda cayó sobre el colchón cubierto en seda, mientras su cabeza recibió un golpe fuerte al impactar en la madera del respaldo de la cama, Matías mordió sus labios hasta casi herirse para no hacer nada después del golpe."Falta poco, solo tengo que resistir unos minutos más"; era el único pensamiento que se mantenía en su cabeza firme.
El alfa se abalanzó para devorarlo completo, le dio vuelta para dejar su agujero expuesto totalmente para él solo y comenzó a meter rápidamente su miembro sin preguntar, sin hablar, parecía un animal en su primer celo, sin experiencia alguna sobre lo que hacía.
—Más f...fuerte, Callummm ahh, más rápido ¡Mhh!—.
Ignorante ante todo los gemidos fingidos de Matías debajo de él, para el alfa eran música para sus oídos, una que jamás imaginó escuchar y que jamás escucharía realmente.
—Lo pediste— jadeó tomándolo por la cintura
—No te vas a escapar de esto omega, no sabes todo lo que te voy a hacer—."¡Claro que sí lo sé!"; pensó Matías girando sus ojos en blanco.
Callum sacó su miembro para volverlo a enterrar completo de una sola estocada, de forma violenta inició a sacarlo para meterlo en frenesí causando que Matías arqueara su espalda para que el miembro pudiera llegar más profundo hasta un dulce punto que le fascinaba, el alfa continuó en un baile de sacadas y metidas.
Matías fue paciente durante minutos, pero por más que trataba el alfa que lo tenía en cuatro no llegaba nunca a ese lugar, comenzaba a desesperarse del juego de entrar y salir cuando repentinamente vio el mundo dar vueltas y de estar en cuatro, ahora estaba con su vista al techo con Callum sobre él jadeando como un cerdo.
En segundos había perdido todo el interés, haciendo que el aburrimiento reemplazará todo, su entrada ya no lubricaba y ni siquiera las feromonas incesantes del inglés lograban ayudarlo, cada estocada le comenzaba a arder. Pocas veces no podía fingir cuando se acostaba con algún alfa, pero está vez estaba tratando de encontrar una explicación a parte de la que era obvia, no sabía si era que él por ser extremo se había aburrido rápido de un simple dominante, alguien inferior; sin embargo sabía la verdadera razón, Callum definitivamente no tenía nada de experiencia o si tenía seguro habían sido recesivos o contratados que no se atrevieron a decir nada por miedo, porque era evidente que lo movía en todas las posiciones posibles, pero no sabía en sí que hacía y algo era claro, no iban a llegar a ningún lado de esa forma.
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La Canción de Hielo
RomanceMatías, un omega dominante con un gen extremo es el mayor de los hijos de los dueños de las empresas hoteleras millonarias más importantes de Latinoamérica, el grupo Otero, detesta con todo su ser la idea de ser marcado y usado como una máquina par...