Alma

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Haakon

Al comienzo de la semana, los días después de todo lo que había sucedido en el hospital parecían pasar con una lentitud adrede para Haakon. No sabía si era eso o el nerviosismo que llegara la noche de viernes o en ese caso, más que la noche de viernes era el saber que estaría en la misma casa en la que su omega había crecido, con sus padres, bajo la mirada de ellos controlando cada uno de sus movimientos y juzgando si era suficiente para ser pareja de Matías. Sin embargo cuando finalmente llegó el día, quería que las horas pasaran como lo habían hecho los días previos, lento, pero esta vez el reloj parecía estar en su contra de nuevo.

Ese día para despejar su mente por la mañana y mantenerla ocupada, había decidido hacer compras de la cena, sin embargo la verdad era que nunca se había sentido que lo juzgarían por todo y en lo absoluto le estaba ayudando haberse ido a meter a un centro comercial del Grupo O, en su cabeza Esmeralda aparecería en cualquier momento tomandolo desprevenido y quería causar una mejor impresión de la que había hecho en el hospital, pero no sabía cómo hacerlo, todo le resultaba tan desconocido. Pasillo tras pasillo no podía evitar tomar cada cosa que veía para ser candidata a regalo, la analizaba y mandaba una foto a Matías esperando su aprobación, que tampoco era de gran ayuda en ese momento, en primera porque no estaba con él, la llamada que tenían no era suficiente y segunda, porque a todo le decía si dado que solo lo tomaba como una cena más con sus padres.

"A mi papá le va a gustar cualquier cosa que lleves, sea una piedra, te adora y ni siquiera te conoce bien"— respondió el omega.
—Aún así quiero causar buena impresión y no solo con tu papá— dijo Haakon, sin saber lo mucho que Matías se divertía en la oficina —Tu mamá la última vez me miró como si tuviera enfrente a una mosca o una rata y no bromeo— continuó, tratando de explicar el motivo de su frustración.
—"Puedo hacer una excepción ya que veo me necesitas y terminé la mayoría del papeleo, dime en que zona estás y llego allá"—.
—¡No!— lo detuvo de inmediato Haakon —Dame 10 minutos, estoy cerca—.
"Ok, cuelgo y me alisto, te espero donde siempre"— sin más despedida que esa Matías colgó, dejando la llamada al aire.

Haakon a veces quería escuchar más que eso, a veces quería inclusive decirlo él, sin embargo no lo hacía tampoco y no había motivo alguno para no hacerlo; no era ciego y mucho menos ignorante, sabía que por alguna razón cuando se trataba de su relación su omega aún tomaba ciertas precauciones, por lo cual no podía evitar emocionarse cuando sabía como era de importante el trabajo para Matías y que hiciera excepciones solo para él, lo dejaba anonadado.

Para Haakon esos meses habían sido como las vacaciones que no sabía necesitaba en su vida, por primera vez se dedicaba a hacer nada más que esperar; Matías trabajaba hasta pasadas 16:30 e irlo a traer era el mejor momento del día, a veces pasaba en la oficina con él simplemente leyendo o siendo su asistente lo cual disfrutaba, otras ocasiones ya habían hecho planes de qué hacer después del trabajo, otras simplemente se presentaban como algo espontáneo y otras era mejor sólo quedarse en el apartamento donde era seguro lo que sucedería; prácticamente se había mudado con Matías y era una costumbre hacer demasiadas cosas juntos.

En su cabeza se preguntaba casi a diario, si esa podría ser la vida de recién casados y la idea no salía de su mente, le encantaba.

El alfa fue a la caja, pagó todo lo que ya andaba en la cesta y salió disparado hacia el estacionamiento del comercial con su corazón latiendo de prisa, la diligencia y responsabilidad eran puntos que caracterizaban a Matías y que hiciera espacio solo para él en serio lo hacía sentir especial. Cuando regresó al comercial iba de la mano de su omega, quien en menos de 10 minutos puso en la cesta las cosas que decía iban a necesitar. Para Haakon que sentía la urgencia de ir con pompa y manos llenas a la cena le pareció insuficiente, pero si Matías decía que era suficiente entonces debía de contenerse. Cada experiencia al lado del omega era nueva y brillante, se sentía cálido, como recibir la luz de un sol que jamás había conocido hasta ese momento en su vida.

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⏰ Última actualización: Apr 19 ⏰

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