Capitulo 13: ¿Podemos hablar?

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Clara Miller:

La letra de Heart Atack no paraba sonar en los altavoces del inmenso lugar, pero yo ya no escuchaba nada, no veía nada, estaba en shock.

Para empezar no recordaba que esa chica estuviese en las audiciones y menos que hubiese alguien que cantara con una voz exactamente igual a la mía.

— Valeria, ¿Tú estás escuchando lo mismo que yo? — por fin encontré mis cuerdas vocales.
— Al parecer si — me dijo medio en shock también — ¿Cómo es que tiene la misma canción que tú ibas a cantar y con tu voz?
— No... no lo sé, la única persona que tenía ese audio era Aiden — Vale me miró con la frase Está más claro que el agua tatuada en la cara — No, Aiden no me haría algo así.
— Clara, llevas con él apenas dos días, no sabes lo que es capaz de hacerte o no, además ninguna de sus relaciones anteriores ha terminado en muy buenas condiciones.
— Pe-pero... pero...
— Mira eso lo veremos luego ahora hay que pensar que vas a hacer para vean que esa voz es tuya.
— ¿Y qué voy a hacer? — pregunté entrando en pánico.
— Amberly, relájate que te estás idiotizando, te dije que vamos a pensar.
— Ajá, y cuando dices vamos a pensar, quiere decir que tú vas a pensar, porque yo no tengo cerebro en estos momentos.
— Ok, ok, voy a pensar.

Luego de unos segundos que me parecieron eternos, Vale se giró hacia mí con una sonrisa que indicaba que tenía una idea.

Un rato más tarde llamaron a Tanla por los altavoces y los nervios crecieron en mi interior, pero esta vez era por miedo a que no saliera bien el plan de Vale.

Una vez en el escenario comenzó a sonar la melodía de Chandelier de Sia. Mis labios comenzaron a moverse pronunciando la letra y pude escuchar mi voz a través de los amplificadores. Los integrantes del jurado se miraron con la confusión clara en sus rostros mientras que las personas que conformaban el público hacían lo mismo.

A la mitad de la canción, cómo Valeria había planeado, se apagó el sonido y mis cuerdas vocales hicieron su mayor esfuerzo para que la canción llegara a oídos del jurado. Me dio la ligera impresión de que Hugo había mostrado algo de fastidio, pero lo atribuí a la paranoia que me había causado el día de la amenaza.

Para cuando estuvo de vuelta el sonido la canción ya se encontraba en sus últimas notas. Al terminar de cantar, una morena que formaba parte del tribunal ordenó que Moon pasara al escenario. Al estar esta chica a mi lado, los cuatro integrantes del jurado bajaron de su podio para subir al escenario. La primera fue una rubia con cuerpo de Kardashian, luego fue la morena que había mandado a buscar a Moon, le siguió un pelinegro que se veía de unos treinta años y por último fue el turno de Hugo.
— Señorita Moon, en nombre de todo el jurado te pido que cantes sin sonido para nosotros, no importa si es la misma canción que usaste antes. — habló la morena mientras yo me retorcía de los nervios.
— Never put my love out on the line
Never said yes to the right guy
Never had trouble getting what I want. — comenzó a cantar tímidamente con una voz muy poco agradable — But when it comes to you, I'm never good enough. When I don't care, I can play 'em like a Ken doll. Won't wash my hair, then make 'em bounce like a basketball...
— Ni siga señorita que va a causarnos un cáncer de oídos. — la interrumpió la rubia.

Yo miraba a Hugo con disimulo y juraría que veía un dejo de fastidio en sus ojos. La chica paró de cantar y agachó la cabeza, mientras que todos en el gran teatro la juzgaban con la mirada. Mis nervios continuaban carcomiendo mi alma. No sé en qué momento echaron a Moon del escenario, solo fui consciente de ello cuando el otro hombre que componía el tribunal me felicitó por pasar a la siguiente eliminatoria y se disculpaba por las molestias que pudo haberme causado todo este dilema.

Al volver al backstage Valeria me esperaba con una sonrisa enorme.
— Viste que todo salió bien. — me dijo antes de abrazarme.
— No hubiera sido posible sin tu ayuda. — nos separamos.
— Claro que sí, porque al ver que dos chicas tenían una voz idéntica iban a tener que hacerles una prueba para ver quién era la verdadera dueña de la voz, yo solo les ahorré tiempo. — respondió para luego guiñarme un ojo.
— Muchas gracias de igual forma — le sonreí y volví a abrazarla.
— Bueno ya basta de tanto abrazo — se alejó — ahora quiero saber qué vas a hacer con Aiden.
— No lo sé, aún no sabemos si fue él el que le dio mi  audio a esa chica.
— ¿Quién más si no fue él? Clara Amberly, sabes que él era el único que tenía ese audio.
— Si, pero no sé, tiene que haber una explicación.
— Si, la explicación es que tu novio le di...
— Ya cállate Valeria, no hables sin saber.
— Yo sé, Clara, yo sé.

Luego de eso salimos del gran teatro y busqué a Aiden entre la gente del público, pero no lo encontré. Juraría que lo había visto allí.

Una vez en mi casa, subí a mi habitación y me tiré en la cama con el celular en la mano. Llamé a Aiden pero me daba apagado. Tampoco estaba conectado y eso era raro. Dejé de insistir cuando no encontré forma de comunicarme con él. Luego opté por tomar una ducha antes de ir a por algo de comer.

Cuando mi larga ducha terminó me puse unos shorts blancos de algodón y un pulóver amarillo holgado que ni siquiera sabía que tenía. Al bajar a buscar algo de comer el sonido del timbre de casa interrumpió mi búsqueda. Yo no solía recibir visitas y mi madre había salido con Dylan, así que había dos opciones: o mi madre había olvidado las llaves o era una visita sorpresa.

La sorpresa me la llevé yo cuando al abrir la puerta me encontré de frente con Aiden. Su pelo azabache caía perfectamente sobre su pálida piel, sus manos se escondían en la sudadera azul prusia que vestía y sus pies estaban siendo cuebirtos por un pantalón negro. Su mirada estuvo perdida en el suelo hasta que se encontró con la mía y descubrí en ella un atisbo de culpa.
— Hola — rompió el silencio que nos envolvía — ¿Podemos hablar?
— Si, claro, eso es lo que quiero hacer desde que salí de la eliminatoria, así que puedes ir entrando y sentándote porque esto no va a ser una plática corta. — le hablé con un tono tan fuerte que hasta yo me sorprendí.

Me aseguré de que había llegado a la sala y cerré la puerta.

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