CAPÍTULO 16

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Frank entró dando un portazo en su apartamento, estaba furioso y lo peor es que no sabía con quien era su rabia, después de la llegada de Grant el ambiente fue tenso y se despidió rápidamente de Gerard no podía estar más allí viendo cómo Grant se acercaba con tanta confianza al ojiverde, y aunque moría de celos lastimosamente no podría hacer nada.

Soup se acercó a él moviendo su cola alegremente, pasó su nariz fría por los nudillos de Frank y se paró en sus patas traseras para saludar a su humano

—Hola ¿cómo está mi buena chica? Lamento haberte dejado tanto tiempo sola —dijo Frank mientras la acariciaba suavemente detrás de las orejas.

Soup siguió moviendo su cola con entusiasmo, y emitiendo pequeños sonidos.

—Déjame tomar un baño pequeña y nos vamos a dar un paseo.

Cómo si hubiese entendido la cachorra ladró enérgicamente, siguió a Frank hasta su habitación y se sentó en la puerta viéndolo con sus grandes ojos oscuros.

Frank entró al baño y se desvistió echó toda la ropa en una esquina, recordó que debía poner a lavar ropa el día de hoy y que lo haría más tarde.

Entró a la ducha, régulo la temperatura y se metió bajo el chorro de agua tibia, sus músculos se relajaron inmediatamente al contacto con el agua, cerró sus ojos y volvió a él la mirada angustiada y arrepentida de los ojos de Gerard cuando lo despidió en la puerta, maldita sea debió haberlo besado por que ahora no sabía si tendrá la oportunidad en un futuro.

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El fin de semana había pasado sin más contratiempo para Frank , pero no sabía nada de Gerard desde el día que dejó su casa, el ojiverde no le había escrito ni llamado, tampoco había mandando imágenes de Lotion como solía hacerlo, sabía que estaba jodido, al parecer el ojiverde tomó su decisión y aunque rompía su corazón debía aceptarlo

—Frank tu paciente de las dos ya está aquí —dijo Jamia con voz dulce desde la puerta —¿Está todo bien Frankie? Desde esta mañana te he visto muy decaído.

—No pasa nada Jam, solo estoy un poco cansado.

—Sabes que puedes confiar en mi Frank, si pasa algo con tu madre o tu abuelo no dudes en contarlo, de alguna forma podría ayudarte.

Frank sonrió hacia su amiga sin decir más nada, ella desconoce sus sentimientos por Gerard y no sabía cómo lo tomaría, la chica pelinegra le devolvió la sonrisa y salió del consultorio.

El terapeuta tuvo algunas sesiones más por la tarde, trató de dar lo mejor de sí y aislar su vida personal de su trabajo pero fue casi imposible, cada tanto veía su celular esperando encontrar algún mensaje del ojiverde pero solo encontraba algunas notificaciones de sus redes sociales y un mensaje de su madre.

Al finalizar la jornada decidió que debía hablar con alguien porque realmente estaba muy jodido ¿como podía doler perder algo que realmente no había tenido?.

—Oye amigo ¿cómo está todo? —Ray saludo y jalo a Frank para un gran abrazo.

—Hola Ray gracias por venir —respondió Frank dentro del abrazo.

El terapeuta había decidido llamar a su amigo, necesitaba desahogarse con alguien y quien mejor que la única persona que sabía sobre sus sentimientos, lo había citado al Starbucks cerca al centro donde se vio con el ojiverde ya hace un tiempo .

—¿Cómo estás amigo? Tu voz se escuchaba un poco desanimada cuando me llamaste —Ray tomó asiento frente al castaño con un café en mano.

—Eres realmente bueno en percibir las emociones Toro, recuérdame otra vez por qué estudiaste contabilidad —dijo Frank a modo de broma para aligerar el ambiente

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