Frank estaba preocupado, el silencio reinaba en el auto mientras se dirigía a la cabaña de su abuelo con Gerard a su lado, el ojiverde miraba por la ventana mientras su mano se movía nerviosamente de arriba hacia abajo sobre su pierna derecha.
El reencuentro no había sido lo que el terapeuta esperaba, añoraba sentir cerca a su novio, besarlo y abrazarlo, sin embargo el ojiverde se mostró reacio al contacto cuando se vieron a la salida del aeropuerto.
Después del incidente de la noche de navidad habían hablado, Gerard mas calmado lo dejó explicarse y habían superado el impase o al menos eso pensaba el terapeuta, le propuso al ojiverde pasar el año nuevo juntos y aunque al comienzo se mostró un poco reacio finalmente aceptó, de inmediato Frank se encargó de preparar todo para la llegada, consiguió unos tiquetes para el día treinta, visitó la cabaña del abuelo, la limpio, acondicionó todo para una estadía agradable, consiguió leña para la chimenea y compro algunas cosas para los días que estuvieran allí.
Para la noche de año nuevo haría una cena romántica para los dos, una lasaña de berenjena que era su especialidad acompañado de vino blanco, quería mimar a Gerard y que recordarán este primer año nuevo juntos, pero al parecer las cosas no sería como lo había planeado y lo desanimaba muchísimo que realmente el ojiverde aún estuviera dolido por lo sucedido y no lo hablara con el.
—¿Cómo estuvo el vuelo Gee? —preguntó Frank rompiendo el silencio tenso.
—Bien supongo, realmente dormí casi todo el vuelo —susurró Gerard sin dejar de mirar hacia la carretera.
—Es un viaje largo cariño, se que puedes estar cansado, pero en cuanto lleguemos a la cabaña puedes seguir durmiendo —Frank apretó con cariño la pierna del ojiverde.
Gerad asintió y el destello de una sonrisa se dibujó en sus labios, pero desapareció rápidamente. El silencio reinó nuevamente, Frank se centró en el camino tratando de respetar el espacio del ojiverde, sabia que había algo en su mente dando vueltas, pero no lo quería presionar, ya sabia como funcionaba Gerard y estaría allí para él cuando estuviera listo para hablar.
Comenzaron a adentrarse en el bosque por un camino lateral a la carretera principal, altos pinos crecían a cada lado del camino y a lo lejos se podían apreciar montañas, cada tanto se apreciaban algunas cabañas y viñedos.
—La cabaña de mi abuelo es esa que ves allí al final del camino, de pequeño veníamos siempre a pasar navidad y fin de año —Frank señaló una casa de madera oscura con una chimenea lateral rodeado de un espeso bosque.
—Se ve muy acogedora —comentó Gerard viendo el inmueble.
—Lo es, y antigua también, perteneció a mi bisabuelos, la hemos mantenido con el tiempo haciendo remodelaciones, ya no venimos mucho pero mi abuelo la ofreció para que pasáramos juntos, él desea conocerte pronto.
—Oh vaya —murmuró el ojiverde.
—Solo si estás listo bebe, no voy a obligarte a nada.
Frank sonrió con cariño hacia Gerard y tomó su mano izquierda dejando un beso suave en el dorso.
—Llegamos, vamos para que conozcas la cabaña, luego yo me encargare de tu equipaje —Frank estaciono el auto y apago el motor.
Gerard bajo del auto envuelto en un gran abrigo gris, un gorro de lana a juego y sus cabello castaño caía libremente sobre sus hombros, el terapeuta lo miraba de reojo viendo cada expresión de su rostro, sus ojos se veían cansado y apagados pero aun así miraba a su alrededor con curiosidad.
al entrar en la cabaña, Frak los guio hasta la sala donde estaba la chimenea, un gran ventanal mostraba el bosque que se extendía en la zona posterior de la cabaña, habían múltiples fotos de la familia Priccolo, muebles en cuero sintético y un tocadiscos en una esquina de la habitación con una gran colección de vinilos.
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Green Eyes
FanfictionSer terapeuta estaba bien para Frank, amaba su profesión y todo en su vida marchaba bien hasta que aprecio Gerard con sus hermosos ojos llenos de melancolía. Después de Gerard la vida no fue la misma, por que el corazón de Frank anhelaba devolver...