Por un engaño, nuestro conejo caerá en la desgracia. Sin nadie capaz de ayudarlo, trato su vida ponerle fin. Pero gracias al afecto de una amazona, su vida tomara una ruta de lo que jamas imagino, levantándose ante las calumnias, haciendo frente a o...
-Lo mismo digo, me alegro que estés vivo, y esa niña, te recuerdo muy bien, espero que no guardes rencor por aquella encrucijada en donde me requería mi intervención.- Dijo el minotauro xeno al peliblanco y reconociendo a la amazona.
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-Los otros me contaron que ahora estas casada con él y ya no formas parte de la facción de esa diosa.- Dijo el minotauro negro con respecto a aquel momento en el que se vio envuelto con la facción de la diosa en su rescate de Wienne.
-Cierto, es porque creí en él, y lo apoye, bueno, cariño, que tal si le explicas.-Dijo Tiona, avisándole o que acordó.
El minotauro alzo la ceja ante el comentario de la amazona madre.
-Asterius, se lo mucho que has estado esperando el momento para volver a cruzar armas, así que (saca sus cuchillas), que te parece si reanudamos nuestra pelea?
-Y si no te importa, yo también me uno, no por derrotarte, es para saber si nos superamos.
El minotauro xeno entendió a donde va esto, además de su revancha, probara todo el poder que estuvo acumulando su rival estos años de exilio, sabía muy bien que el peliblanco no se olvidó la promesa de tomar la revancha. Aunque no se notaba, el hocico de Asterius se dibujó una sonrisa.
-Sera un honor volver a pelear contigo, si eso es lo que deseas, no me contendré, demuéstrenme, especialmente tu Bell Cranel, si me superaste.
-Eso quería escuchar, Tiona prepárate, a con todo
*RROOOOOOAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRR*
(Denle play al tema)
El rugido del minotauro negro resonó por las paredes del calabazo, llegando tanto a los pisos superiores, profundos y por fuera. Los aventureros huyeron al sentir los tormentosos ecos que se filtraron por todos los pisos. Ray, quien ya hizo lo que debía, sabía que tenía que retirarse.
-Bueno, diviértanse. Asterius, no te sobrepases y no destruyas el calabozo, Bell, Tiona, suerte.
La sirena xeno se retiró antes de que su identidad se descubra. Ahora, en el espacio cavernoso, los cristales iluminan el campo de batalla, dos aventureros frente a un xeno cuya fuerza equivale a un ejército, son los únicos que están en el silencio.
-Ahí voy.
Bell corrió hacia el minotauro xeno, dando tajos a diestra y siniestra, Asterius solo se escudó con su hacha, Tiona lo ataco por un costado, pero el xeno no lo pasó desapercibido y con su otro brazo, uso un escudo que bloqueo los estoques de la urga de la amazona.
