Capítulo 31: La locura de la princesa

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(Pongan play al tema)

Farmacia azul

*CRACK*

Un vaso rompiéndose, cayendo de las manos de una mujer, el ruido resquebrajándose atrae la atención de los demás.

-Cassandra, estas bien?

El dios de la farmacia azul entra a la cocina para ver cual es el problema de su hijas, que ocurrió? Se preguntaba.

-Cassandra?

Con las manos agarrando la cabeza, arrodillada, casi desplomándose, como si hubiera cometido un error.

-No, no, no, no puede ser...

-Cassandra, que te pasa?

-No, no, no, Bell, Tiona, no, no, no.

-Cassandra, no nos asustes más. Habla, que paso.

Daphne, preocupada por su amiga, quien no respondía a sus palabras, temía que le haya pasado un ataque, de qué? No se sabe.

Reaccionando, gracias a que Miach le calmo, pudo salirse de ese psique traumante.

-Donde esta Adlet y Flamie?-Pregunto Mirabillis sobre el paradero de sus amigos.

-Han salido hace poco? Pero espero que estén bien, un estruendo parecía oírse de lejos.- Respondió Nazza.

Las pupilas de Cassandra se encogieron cuando la cienthrope menciono estruendo.

-Chicos, Bell y Tiona están en problemas.

Mencionando a la pareja, Miach y las chicas se alarmaron, pero antes de que pudieran actuar, Mirabilis hablo.

-La familia Loki? Tione, que fue lo que paso.- Dijo la peliazul para luego retirarse de la sede, corriendo dirigiéndose a la mansión crepúsculo.

-Cassandra espera, a donde vas.

No dijo, nada, pasando entre la gente huyendo, solo era una mala señal.

-Que paso con ellos? Espero que estén bien?

En otra parte

-Ya es tarde, Mio, maldición.

-Esa princesa, perdió los papeles?!?!?!

-"Ya me lo temía, desde su derrota en el coliseo y durante nuestro viaje en la madrugada, esa llama exploto tu mente, no lo soportaste mas, te dejaste dominar, Aiz".- Pensó Basara en apuros, viendo a la pelidorada, frente a sus dos amigo abajo.

-Debemos detenerla, Mio, sígueme.

-Obvio que te acompaño, esa chica con la espada en la mano no tendría buenas intenciones.

Saltando y aterrizando en medio de la multitud de gente que huía por sus vidas, corrieron para salvar a sus amigos. El pelimarron se culpaba, por no avisar a tiempo a su camarada peliblanco lo que experimentaba la matagigantes.

-Basara, mira, esas no son.

En el camino, con la masa de gente disminuyendo, la pareja reconoció a dos personas, una encapuchada de cabeza a los pies jalando a una morenita de cabello nieve, ambas con lágrimas en los ojos y asustadas.

-Olna chan, Wienne cha.- Grito la pelirroja al par de pequeñas.

El terror que dominaba a las niñas se esfumo cuando vio a dos personas conocidas.

Danmachi AR: Argonaut no FukkatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora