Capítulo 30: Sumergida en la oscuridad.

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Orario 9:26 am

Mansión de Artemisa.

Horas largas pero fructíferas fue el viaje de Bell de regreso a la ciudad laberinto, pudieron atravesar entre la gente sin ser avistados de manera sospechosa, haciendo que de verdad, nadie está enterado de la batalla y viaje nocturno.

Demeter fue acompañada de vuelta a su sede, por Artemisa y sus miembros, como un agradecimiento del apoyo de la diosa pelimiel. De paso retornaron rumbo a su sede, en donde sus amigos los esperan.

-Bell, diosa, bienvenidos,.- Dijeron los miembros de la diosa peliceleste.

-Bell/papa.- Saludaron Olna y Wienne, dando un abrazo de bienvenida al albino, quien lo recibió.

-Buenos días a ambas, espero que se hayan portado bien.

-Si Bell san, ayude fui una buena hermanita para Olna chan.- Dijo orgullosa la vouvure, aun abrazando a la amazona peliblanca.

-Si papa, Wienne chan es mi hermanita, jejejeje.- Decía la amazona infante abrazando a la vouvure.

-Me alegro por ustedes, se ve que no les fue su primer amanecer chicos.- Dijo el padre de la amazona, mirando al lizardman jugando con los niños.

-Hola Bell chi, como les fue, escuchamos un alboroto y creímos que estarían en una emboscada?.- Pregunto Lyd, refiriéndose al ruido de batallas y caballos relinchando en la madrugada.

-No estás del todo equivocado amigo. Y casi nos cuesta.- Dijo Bel en respuesta.

-Ahora que hicieron estos metiches. Y de seguro esa princesa espada estuvo metida en esto.- Dijo Tigre, acertando previamente la respuesta que

-Bingo mi estimado Robin, pero... al final se quedaron enredados. Mejor les contaremos en el desayuno, no comimos nada.- Dijo el albino, no comieron nada durante su regreso en carruaje después del traslado de los xenos.

-Aiaaa, esperen en el comedor, les hare el desayuno, nos reuniremos ahí, y nos cuenten mas detalles.- Dijo Soma, en compañía de Ikumi, se fueron a la cocina a preparar el desayuno para sus amigos retornados.

Cabe señalar que los que se quedaron en la mansión ya tomaron su desayuno, claro que solo unas personas estuvieron ausentes.

-Ummm momento, y Tiona?.-Pregunto White Reaper. Desde que llego, no ha visto a su princesa amazona.

-Mama no pudo dormir bien cuando te fuiste papa, debe estar arriba dormida de los fespierta que estaba.- Respondió inocentemente Olna a su padre.

-Artemisa, chicos, adelántense, voy por ella.- Dijo Bell retirándose brevemente arriba.

Subiendo las escaleras, se dirigió a su alcoba, pues, tenía la certeza de que, el único lugar donde su esposa sentiría su calor, seria ahí mismo. Abriendo la puerta, sus pensamientos dieron justo en el clavo.

-Tiona, esposa mía.- Dijo el peliblanco, viendo a su esposa durmiendo abrazando la almohada el cual usaba, como una manera de sentir la esencia del albino.

Acercándose lentamente, le acaricio el rostro sintiendo la suavidad de sus mejillas, pasando su mano en el cabello de la amazona, esta comenzó a moverse.

-...Bell...-Decía dormida.

-Jejeje. Tiona, despierta, aquí estoy.

Como escuchando sus palabras, los ojos de la amazona se abrieron, viendo desde su despertar un par de orbes rojos y cabello nieve.

-Bell...Bell.- Dijo abrazando a su pareja.- Llegaste amor mío, Bell.

-Jejejeje, te dije que sería rápido, mi princesa amazona.- Dijo atrayéndola hacia él, dándole besos.

Danmachi AR: Argonaut no FukkatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora